Las nuevas generaciones están más inclinadas a tener una mascota que a tener un hijo. Esto es un hecho. Esta conducta en la sociedad española también se puede extrapolar a la granadina, que lleva años cambiando, y si se observa la tendencia a corto y medio plazo esta afirmación es clara. Las cifras hablan por si mismas.

Según el Registro Central de Animales de Compañía (RAIA), los granadinos tienen a su cargo 240.914 mascotas según las cifras de finales de 2021 que maneja la Consejería de Presidencia, Administración pública e Interior de la Junta de Andalucía. En contraste, y según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), actualmente hay 82.011 menores de nueve años viviendo en la provincia de Granada, una cifra superada en amplitud por los animales de compañía registrados.

Si se extrapolan estos números y se pone el foco en los menores de cuatro años, la diferencia es todavía mayor. Según el INE los niños de cero a cuatro años empadronados en la provincia son 37.581, por lo que el número de mascotas censadas es 6,5 veces mayor. Es decir, al caminar por Granada hay seis veces más posibilidades de cruzarse con una persona con una mascota que con una pareja con carrito de bebé.

Según el RAIA, el registro de mascotas se divide en tres principales animales de compañía, destacando por encima de todos el perro. En la provincia hay censados 219.043 perros, de los cuales 7.577 son de los considerados potencialmente peligrosos. Esta cifra es muy superior a los gatos, los siguientes en la lista, que suman 20.613. Por lo tanto podemos asegurar que Granada es una provincia predominantemente perruna.

Cerrando el top tres de las mascotas aparece una singular e incluso exótica: el hurón. Granada tiene censados 809 hurones en el Registro Andaluz de Identificación Animal. Para completar las cifras del empadronamiento de animales de compañía, en la categoría 'Otros' encontramos hasta 449 animales. Peces, pájaros, reptiles o pequeños mamíferos, todo cabe en este desglose.

Por la otra parte, el INE recoge en sus registros de población en la provincia de Granada a un total de 133.293 niños con edades comprendidas entre los 0-14 años. Si desglosamos esa cifra, obtenemos que el censo recoge a 37.581 bebés de entre 0 y 4 años; 44.430 niños de entre 5 y 9 años; y 51.282 adolescentes de entre 10 y 14 años.

Con todos estos datos sobre la mesa, se pueden obtener diferentes conclusiones claras y datos sobre el comportamiento de la sociedad granadina respecto a las mascotas y los descendientes.

Si nos centramos en la presencia perruna en las familias granadinas, está claro que es la predominante. Hay casi seis veces más perros que bebés de entre 0-4 años, casi cinco veces más canes que niños de entre 5-9 años y algo más de 4 veces más amigos perrunos que adolescentes de 10-14 años.

Además, destaca que por cada cuatro niños de entre 0 y 9 años hay un gato en Granada, y por cada 101 niños de la provincia hay un hurón, y que por cada 10,8 niños hay un perro de los considerados potencialmente peligrosos.

Hay que recordad que en Andalucía es obligatorio desde que se publicó la Ley 11/2003, de 24 de noviembre, de Protección de los Animales, que todas las mascotas estén identificadas y dentro del registro del RAIA. Su articulo 17.1 dice: "Los perros y gatos deberán ser identificados individualmente mediante sistema de identificación electrónica normalizado, implantado por veterinario, dentro del plazo máximo de tres meses desde su nacimiento."

Factores demográficos

Son varios los factores que pueden estar detrás de esto. Por un lado el reto de la conciliación conlleva que cada vez más mujeres decidan retrasar la edad de ser madres. A esto sin duda se le suman los aspectos económicos. Los bajos salarios, la precariedad laboral y cierta escasez en materia de ayudas directas a las familias no ayudan a mejorar las cifras. Todo esto ha traído como consecuencia que este país envejecido tenga cada vez más ancianos, menos niños y más perros.

Además, entre las razones de este desequilibrio no solo parece estar la falta de hijos entre la generación de los nacidos entre 1980 y 2000 -ya sea por dificultades económicas, laborales o simplemente por un cambio de paradigma entre gran parte de este 25% de la población- sino también al envejecimiento de la población. Cada vez más personas viven solas y se acompañan de un amigo de cuatro patas para hacer frente a ese desamparo.

En este sentido, hay que recordar que la pandemia del coronavirus y, sobre todo, el confinamiento severo decretado al inicio de la crisis sanitaria, han puesto todavía de más relevancia la importancia de la compañía a la hora de afrontar este tipo de situaciones, ya sea animal o humana.

De acuerdo a una investigación de mercado realizada en Estados Unidos, el 80% de los dueños de mascotas expresan que su compañía los hace sentir menos solos. Casi 9 de cada 10 (89%) personas que recibieron una mascota por culpa de la soledad reconocen que su animal de compañía los ha ayudado a sentirse menos solos. Una cuarta parte de los dueños de mascotas entrevistados afirmaron que habían adquirido un animal para mejorar su salud mental, mientras que los encuestados mayores de 55 años lo hacían con mayor frecuencia (55%).

A pesar de que muchos granadinos han sentido estos beneficios de los que hablan los americanos en sus vidas al hacerse con un animal de compañía, los datos sobre perros abandonados siguen siendo alarmantes. En este sentido hay que recordar que España continúa siendo uno de los primeros países en la lista de abandono de perros. Y lamentablemente Granada no se queda atrás.

Abandono animal

Entre las causas que traslada el estudio de la Fundación Affinity 'Él nunca lo haría' sobre el abandono de mascotas, por primera vez en los últimos años los factores económicos se colocan a la cabeza de los motivos declarados de abandono de un animal de compañía. En 2019, las razones financieras ocuparon la quinta posición entre los motivos para desprenderse de un animal de compañía, así que estas cifras reflejan el duro impacto que ha tenido la pandemia en la economía de muchas familias.

Y es que, como es lógico, la llegada de un nuevo miembro de cuatro patas a casa tiene un impacto directo sobre la cesta de la compra. Según el análisis Mi Mascota en cifras, elaborado por la Real Sociedad Canina de España (RSCE), el coste de tener un perro en casa supera los 1.250 euros al año, lo que se traduce en 105 euros mensuales. Así que sí que, teniendo en cuenta que el salario mínimo en España está fijado, por ahora en 950 euros, mantener a un perro se llevaría más de una sexta parte del dinero que entra al mes en muchas casas. Así que efectivamente se trata de un gasto a tener en cuenta, uno bastante elevado..

Desglosando todos los datos, las revisiones veterinarias se debe contar anualmente con 200 euros, pero este es un coste aproximado. A esto hay que sumar contingencias, como posibles enfermedades con un valor de 100 euros, además de la higiene y la peluquería que supondrían 150 euros más al año. Por otro lado, hay otros gastos adicionales como, su adiestramiento, residencia en la época estival o accesorios, que podrían ascender a 200 euros. En estas cantidades todavía no se ha valorado si el perro es adoptado o comprado, ya que un perro de raza puede superar los 750 euros de media o, si procede de una protectora, habrá que tener en cuenta que también hay una cantidad estipulada para la adopción.

Además, independientemente de cómo se quiera adquirir, es muy importante elegir el perro que mejor se adapte a nuestro hogar, nuestra familia y estilo de vida, tanto por sus características físicas como personales. Así, para que la historia acabe bien, es fundamental no dejarse llevar por la emoción de imaginar al nuevo inquilino en casa y dedicar un tiempo a estas cuestiones antes de tomar la decisión de incluir a un perro en nuestras vidas.