El presidente de Cámara Granada y de Cepyme, Gerardo Cuerva, tenía la cabeza ayer entre tres sitios: Granada, Madrid y el Reino Unido. El líder empresarial mandó un mensaje de ánimo y tranquilidad a todos los vecinos de Granada por los terremotos y lo hizo desde la capital de España, donde por cuestiones lógicas de agenda pasa buena parte de las semana, y desde donde presidió ayer la reunión con la Cámara de España en el Reino Unido para abordar las oportunidades de negocio con el nuevo Brexit y la situación comercial británica, que a juicio de Cuerva ofrece numerosas oportunidades al tejido local, especialmente en el ámbito de la agroalimentación.

"Hay que paliar las dificultades y dar apoyo a la empresa", destacó el responsable de Cámara Granada, quien apuntó que la provincia sólo vende a aquel país el 5,1% de lo que vende en el exterior, con una cantidad que, a noviembre de 2020, se situaba en 61 millones de euros. Es, por ello, un mercado clave que ahora presenta un nuevo escenario.

"Aparecerán nuevos procedimientos, nueva burocracia para atender la actividad económica e intentaremos paliar esa deficiencia y esa nueva normativa para relacionarnos", explicó Cuerva en referencia a que el mercado británico mirará ahora a otros nuevos mercados, por lo que hay "dar un paso en cualidad y cualidad para mantener la cuota de exportación que tenemos hacia el Reino Unido".

El presidente de la patronal llamó a buscar nuevos caminos y a procurar diferenciarse no tanto en costes como en calidad, que es donde entiende Cuerva que pueden aportar más las empresas de la provincia. "Es una evidencia que el mercado británico es estratégico para Granada, especialmente en sectores como el agroalimentario, pero también en el turístico; y lo es más, que tenemos un gran margen de mejora en el que tenemos que trabajar a partir del nuevo marco que establece el Brexit", afirmó, a la par que invitó a conseguir que empresas británicas se deslocalicen en Granada y atraerlas al territorio como uno de los déficit que presenta la provincia.

Por su parte, el presidente de la Cámara de España en el Reino Unido, Eduardo Barrachina, así como el resto de responsables técnicos de la Cámara de España en Londres insistieron en que el acuerdo del Brexit es un "punto de partida y no de llegada", lo que implica que en los próximos años buena parte de las especificaciones y regulaciones "van a cambiar y las empresas tendrán que adaptarse a esos cambios". Barrachina subrayó además el papel que las Cámara de Comercio jugarán en la definición y ajuste de las regulaciones de cada sector en los próximos años.