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Granada, un destino para estudiar pero no para trabajar

  • Unos 1.800 extranjeros eligieron la UGR para estudiar en el curso 2016-2017, pero sólo 37 se registraron en el programa Erasmus de prácticas en empresas

Las becas de movilidad, en especial las del programa Erasmus, vuelven a estar de moda y los datos de universitarios extranjeros y nacionales que deciden realizar estancias en un país distinto al suyo se recuperan después de tres años de caída como consecuencia de la crisis. Sin embargo, mientras que los alumnos españoles de la Universidad Granada que realizan estancias en el extranjero no sólo lo hacen para estudiar, sino también para realizar prácticas en empresas al amparo del programa Erasmus Prácticas, los estudiantes internacionales no ven en Granada un destino muy atractivo para este fin. En el pasado curso, 1.860 extranjeros estudiaron en la UGR y únicamente 37 de ellos participaron en el programa de prácticas en empresas según los datos facilitados por la institución de educación superior.

Los cambios normativos y los recortes en la financiación de estas ayudas durante los años de la crisis frenaron la evolución positiva del programa de becas Erasmus, que recientemente cumplió su 30 aniversario. Muchas familias no podían hacer frente al desembolso económico que suponía mandar a un hijo a estudiar varios meses en el extranjero ya que la beca de esta modalidad resultaba escasa.

Los de Traducción e Interpretación son los que más participan en el programa ErasmusLas prácticas Erasmus sólo tienen dotación tres meses, aunque pueden durar doce

El número total de estudiantes de la UGR que se beneficiaron del programa Erasmus pasó de 1.807 en el curso 2012/2013 -datos facilitados por la Universidad- a 1.548 dos cursos después, en el 2014/2015, lo que supuso un descenso de más del 14% en apenas dos años académicos. Durante el 2015/2016, esta cifra se recuperó hasta los 1.769 estudiantes universitarios enviados a otros destinos. Estos datos suponen evidenciar el impacto que tuvo sobre este programa de movilidad la crisis y también otro factor político. En 2012 se introdujo una notable dosis de incertidumbre en cuanto a la gestión del programa. Wert propuso -luego rectificó- no dar ayudas económicas a quienes no hubieran sido beneficiarios de becas generales del Ministerio en el curso anterior. Eso dejaba sin cobertura a estudiantes que ya estaban incluso en el lugar de destino. Finalmente se reculó, aunque se endurecieron los requisitos y ahora se pide, al menos, tener una acreditación B2 para optar a la ayuda estatal gestionada a través del Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE). Ésta ha aumentado en los últimos años para pasar de los 958,65 euros en 2011/2012 a los 1.705,95 que, de media, recibe cada erasmus universitario este curso. Estos datos -que son provisionales en el caso de este año académico- aparecen en respuesta parlamentaria del Gobierno a la pregunta formulada por el Grupo Socialista.

Los estudiantes andaluces reciben, además, un complemento por parte de la Junta de Andalucía. Durante los años de la crisis, las ayudas europeas -la tercera fuente de financiación del programa Erasmus además de la estatal y la autonómica- se mantuvieron pero las del Ejecutivo andaluz, aunque no desaparecieron, sí se recortaron mucho. Los universitarios andaluces pasaron de recibir un máximo de 900 euros mensuales a en torno a 300 o 200 euros al mes.

La cuantía de las becas depende actualmente del país de destino. Así, un alumno que se desplaza a Alemania recibe una media de unos 500 euros mensuales para cubrir sus necesidades de alojamiento y manutención. Desde las universidades piden ahora también que se haga un reparto de la beca en función de las ciudades y no sólo del país del destino.

Los universitarios que más becas Erasmus solicitan en la UGR son los de la Facultad de Traducción e Interpretación, 186 el pasado curso, seguidos de los de la Facultad de Farmacia (120). Sin embargo, son los del Máster Universitario en Ingeniería Química los que lideran la clasificación de estudiantes en prácticas que participan del plan de movilidad (26 alumnos). Les siguen los estudiantes del grado de Medicina (16). Los países de preferencia para estudiar en el extranjero son Italia (535 estudiantes de la UGR demandaron universidades en este país), Francia (230) y Alemania (179).

Por otro lado, España es el país europeo que más estudiantes recibe del programa Erasmus, siendo ésta una trayectoria que se alarga ya más de una década. "El programa Erasmus es una demostración palpable de que pequeños incentivos, como las ayudas a los estudiantes, pueden impulsar cambios profundos en la cultura de la movilidad", señala la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) en su último informe publicado recientemente, La universidad española en cifras. El despliegue de este programa de becas ha conseguido atraer estudiantes de otros países multiplicando por 2,7 la reducida captación de estudiantes extranjeros de grado que de manera persistente tiene el sistema universitario público presencial.

La Universidad de Granada recibió en el curso 2015/2016 un total de 1.885 estudiantes a través del programa Erasmus. El 28% del total de los extranjeros que llegaron a Granada para completar su formación ese curso fueron italianos (529 estudiantes). Le siguen los alemanes (324) y los franceses (294), según los datos facilitados por la institución académica.

En los últimos años siempre ha sido superior el número de estudiantes extranjeros que llegaban que los que nacionales que salían. El curso 2015/2016, en lo que respecta al intercambio de estudiantes Erasmus, esta diferencia en la UGR era del 1.885 extranjeros frente a 1.769 de matriculados aquí que se marchaban fuera. En los últimos cuatro años, los alumnos entrantes siempre han sido más que los salientes, con una diferencia que ha variado a lo largo de los años entre el centenar y los 200 alumnos, salvo en el 2014/2015, cuando el dato de 1.548 estudiantes enviados a otros destinos se quedó muy por debajo de los 1.926 que llegaron de fuera. Esta brecha quedó en mínima el pasado curso, cuando los 1.808 matriculados en la UGR se compensaron con los 1.860 que vinieron de otras universidades.

Pese al mayor peso del número de extranjeros que participan de este plan de movilidad en la UGR, son los menos los extranjeros que participan del programa de prácticas. El pasado curso 165 estudiantes realizaron prácticas en el extranjero dentro de su plan de estudio, pero la institución académica sólo registró la llegada de 37 extranjeros. No todos los estudiantes que se acogen al programa Erasmus Prácticas se registran en las universidades, ya que tienen la opción de buscar un centro de empresa por su cuenta para realizar prácticas.

En el caso de la UGR, se oferta la posibilidad de trabajar en 27 países de la Unión Europea y otros seis que están dentro del programa Prácticas Erasmus pero no forman parten de la UE. Para participar del programa, es necesario, además de cursar un grado o posgrado en la UGR, estar registrado en la aplicación informática de gestión de prácticas vinculada al Vicerrectorado de Estudiantes (ICARO), según consta en la última convocatoria. Las prácticas pueden tener una duración entre los dos y los doce meses, "de los que sólo tres meses serán dotados económicamente", según figura en la documentación del Vicerrectorado. El importe de la beca se ajusta en función del destino, y quienes hayan sido becarios del Ministerio en el curso anterior recibirán un complemento de 75 euros. En función del país donde se desarrollen las prácticas, el estudiante puede percibir 300, 350 o 400 euros al mes. La convocatoria está abierta hasta el 2 de julio de 2018, salvo para quienes hayan superado todos los créditos de la titulación el pasado curso 2016/2017. Para los interesados, el Vicerrectorado organiza sesiones informativas en la que se explican qué pasos seguir. Además de tener el visto bueno de la empresa en la que hacer las prácticas, el alumno debe establecer contacto con un "tutor académico", encargado de verificar que se han realizado las prácticas y que se han cumplido los objetivos previstos.

Además del programa Erasmus -el más conocido y exitoso-, la UGR cuenta con otros planes de movilidad que sólo el pasado curso permitió a 476 estudiantes participar de esta experiencia. El plan propio de movilidad del Vicerrectorado de Internacionalización es el que cuenta con un mayor número de beneficiarios, con 164 ayudas concedidas en el 2016/2017. Le siguen, en número, el programa de estancias formativas (84) y el programa de movilidad internacional para el nivel de posgrado (79).

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