La Cabeza de Trajano vuelve a Guadix tras varios meses en el Museo Arqueológico Nacional

El Ayuntamiento de Guadix ha recuperado la cabeza de mármol blanco del emperador romano Trajano, encontrada en las excavaciones que se realizaron en la calle San Miguel del pueblo de Guadix. Se trata de una pieza arqueológica hallada en unas excavaciones que se realizaron en el solar situado frente a la Iglesia del mismo nombre, un tesoro que tras varios meses expuesto en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid ha regresado a su lugar de origen: Guadix.

Fue el 7 de marzo cuando esta joya arqueológica accitana regresó al pueblo después de estar expuesta desde el 1 de octubre del 2021 hasta el 27 de febrero del 2022 en el museo madrileño, habiendo sido mostrada al público en la sala de la Dacia, en la exposición "Los tesoros arqueológicos de Rumania. Las raíces dacias y romanas".

En la misma se reunieron tesoros principescos de oro y plata, armas, herramientas, accesorios de vestir, monedas, cerámica, cristalería, piezas de madera y hueso, esculturas de piedra y metal, entre otros. Ochocientos bienes culturales procedentes de cuarenta museos de Rumanía, a los cuales se suman préstamos de centros españoles como el Museo Arqueológico de Sevilla, el Ayuntamiento de Guadix, y el Museo Nacional del Prado.

Taras volver a casa, la Cabeza de Trajano quedará expuesta en el salón de comisiones del Ayuntamiento de Guadix hasta situarla en una nueva ubicación más propicia y adecuada, acorde a la relevancia de la pieza, que narra a nivel patrimonial la trascendencia de Guadix en el futuro y el devenir histórico de las grandes civilizaciones.

Quién fue el emperador Trajano

Marco Ulpio Trajano fue el último conquistador romano y el primer emperador nacido en Hispania. Más conocido como Trajano, aprobó la política de Plinio de perdonar a los cristianos que se retractaban y su figura fue considerada por la historiografía romana como la del Optimus Princeps, y su actitud de respeto por el Senado y la tradición, así como su eficaz gestión de gobierno, le valieron la admiración de sus contemporáneos.

Mejoró la administración imperial y realizó numerosas obras públicas y siendo él mismo, consciente del declive demográfico del imperio, decidió instaurar iniciativas tendentes a paliar sus efectos. Protegiendo a las familias numerosas y a los huérfanos.