Granada

"Hacemos absolutamente de todo; es el Museo de Juan Palomo"

  • Un centro expositivo ubicado en un instituto y con gran número de piezas de alto valor científico es el espacio en el que se mueve el profesor de Ciencias

Se mueve por los sótanos del Instituto Padre Suárez, en la Gran Vía, como si fuera su propia casa y, tras enseñar con orgullo, y con cariño, algunas de las piezas, nos sentamos a hablar en su despacho, que no es sino un rincón ubicado en uno de los laterales del pasillo y por el que se accede a un cuarto en el que se amontonan algunas piezas que se están restaurando.

-¿Cómo ha llegado a ser el director de este museo ubicado en un instituto?

-Por un poco de todo, soy profesor aquí desde 1971, luego estuve un tiempo fuera y más tarde mediante el concurso de traslados volví. Nada más llegar me di cuenta del patrimonio que suponía todo este material. En ese momento estaba almacenado como se podía, dejémoslo en regular, desordenado, en unas condiciones que no eran las de un museo siendo una colección propia de un museo, ya quisieran muchos tener estas colecciones. A partir de 1980 retomé el asunto, empecé en conversaciones con el director de entonces, Martín Aguirre, que me apoyó bastante en todo el tema de restauración y me metí de lleno. Empezamos con las obras en el instituto y como en el año 1995 se iba a cumplir el 150 aniversario del centro, se tiró para adelante en serio.

-Pero llevar el museo no es una plaza añadida al elenco de profesores del instituto, es por voluntad ¿no?

-Claro, claro. Yo empecé de forma voluntaria mientras también daba clases. Venía sábados y domingos y me quedaba por las tardes hasta las tantas. El primer año me ayudaban tres alumnos de COU y ahora, desde hace ocho años se me destinó exclusivamente a estas labores, pero no es una plaza que exista.

-¿Y por qué decidió hacerlo?

-Alguien tiene que llevarlo porque si no sería un simple almacén y volveríamos otra vez a como estábamos hace veinte años, con todo el material sujeto al expolio, y aquí ya ha habido expolio, lo ha habido en sus dos formas, tanto por llevarse cosas como dejar que se estropeen: expolio por sustracción y expolio por dejación, y la ley las contempla las dos por igual. Esto necesita un mantenimiento, cuando no hay que cambiar los focos de luz hay que echar insecticida, y cuando no poner cera a los animales disecados... los animales son muy delicados de mantener y la maquinaria lo mismo, necesita unas condiciones de temperatura, de humedad...

-¿Cómo se encontró el material cuando empezó a clasificarlo y reordenarlo?

-Había un aula que estaba en muy malas condiciones, había polvo, ácaros y de todo. Algunos elementos no se han podido recuperar porque estaban literalmente podridos. El resto se han ido restaurado, limpiando, reordenando...

-¿Hay alguna joya especial?

-El lince de Sierra Nevada, que no es el lince ibérico, es uno que se extinguió, una esponja de Filipinas, las maquetas del doctor Auzoux, la colección de rapaces, la de linternas mágicas... Esto está lleno de joyas, sacar una cosa no es fácil, puedo decir 700.000.

-Pertenece a la Red de Museos de la Junta de Andalucía, que no pone a nadie que lo dirija ni tiene un control sobre él, ¿cómo es eso?

-Sí, pero no depende directamente de la Junta. Estamos metidos en el registro oficial, pero como no depende de la Consejería directamente, a la hora de los listados de visitantes y ese tipo de cosas no figuramos. Lo hacemos aquí absolutamente todo, este es el Museo de Juan Palomo.

-¿La Junta no tendría que tomar parte en el asunto?

-Debería haber una plaza, una persona, y yo me tendré que jubilar algún día, que ya lo podría haber hecho hace cinco años porque cumplo en unos meses 65, pero he pedido una prórroga porque entre otras cosas no sé quién va a seguir llevando esto, y para llevarlo hay que conocer muy bien el museo y una serie de técnicas, y también enseñarlo y después hacer las actividades propias del museo, como organizar cosas específicas para el Día de los Museos, la Semana de la Ciencia... El claustro me designó director de las dos partes del Museo, de la de Ciencia y la de Física, pero un poco por deferencia.

-¿Cuál sería la manera de que entrase en la red museística?

-La Junta tiene un museo en su red que no figura en ella. El único dinero que le cuesta este museo es mi nómina, y la iba a cobrar igual como profesor. Seguimos igual, estando pero sin estar, y no será porque no hemos insistido en ese sentido. Cándida Martínez presentó una proposición no de ley al Parlamento sobre el museo, se iba a estudiar... el anterior ministro, Ángel Gabilondo, se comprometió a estudiarla, pero luego llegaron los cambios y ahí se quedó.

-¿Cómo empezó exactamente el museo?

-Esto lo empezó Rafael García Álvarez en 1848, tres años después de que se fundara el instituto. Empezó a su manera, porque era de los que pensaban que cuantas más cosas hubiera para que los niños aprendieran, mejor. Pero claro, eso ha tenido a lo largo de la historia muchos altibajos, cuando ha habido alguien interesado ha ido hacia adelante y cuando no se ha quedado aparcado y se han llevado lo que han querido. El mismo García Álvarez dejó escrito en sus memorias en 1888 lo siguente: "El material que conforma el gabinete de Ciencias Naturales será sin duda el mejor museo de ciencias de Andalucía, y probablemente de los mejores de España". Pues se equivocó, yo diría que de los mejores de Europa. Aquí hay elementos expuestos que son únicos en el mundo, porque se hacían por encargo.

-¿Desde cuándo el Museo funciona como tal, con el patrimonio expuesto, horario de visitas...?

-Se inauguró con motivo del 150 aniversario del instituto, en 1995. Ese día vinieron a la inauguración Francico Ayala y Domínguez Ortiz, éste como antiguo profesor y Ayala como antiguo alumno. Ayala, nada más entrar dijo: "mi tigre, dónde está mi tigre" porque él lo recordaba de cuando había sido alumno. En ese momento había expuestos 2.350 elementos, hoy tenemos casi 5.700, sin contar los de física, que son más de 500.

-¿Qué relación tienen los alumnos actuales del instituto con el museo?

-El origen fue enseñarles a ellos. Pero por ejemplo los aparatos no se pueden utilizar, porque hay una orden europea por la cual los aparatos históricos de física se deben restaurar, pero tocarlos lo mínimo posible. Los alumnos de aquí lo conocen, pero también de otros institutos de Granada, de Andalucía y extranjeros. También cualquier asociación, colegios de médicos... Otras visitas pueden ser temáticas, alguien que me pide: queremos una visita de óptica mineralógica, pues yo preparo el material, vienen y ya está.

-Pero volvemos a lo mismo, ¿estas visitas quién las gestiona?

-No pregunte, todo lo que sea, yo. Ya he dicho antes que era Juan Palomo. Por internet se comunican conmigo, yo tiro de agenda y la acoplo, ellos vienen y ya está. Son 6.000 visitas al año.

-El caso es que finalmente, sea como sea, se hace.

-Donde no hay publicidad resplandece la verdad.

-El centro pertenece también a la Red de Institutos Históricos, ¿qué es exactamente?

-La asociación lleva legalizada dos años, desde julio de 2010. Se constituyó entre institutos con museos de este tipo que tienen el patrimonio y que quieren que se se vea y se disfrute, no que esté guardado en un almacén o en un despacho. Hemos hecho jornadas cada año en uno de los centros, la primera fue aquí en 2007 y este año toca en Burgos. En la clausura del año pasado, que tuvo lugar en Cabra, en Córdoba, el ministro Gabilondo nos entregó la Corbata de la Gran Orden de Alfonso X el Sabio, que es la máxima condecoración para colectivos. Después alguien de la asociación averiguó que la primera que se otorgó fue al Ayuntamiento de Granada, seguí investigando y no tenían nada, y lo que pasa es que el colectivo nombrado tiene la obligación cada cindo años de comunicar al canciller de la orden, que es el ministro, los cambios en la directiva, si no se hace, automáticamente te quitan la corbata. Entonces si se la dieron al Ayuntamientoo en el año 40, así se quedó. Me imagino que algo tuvo que ver Gallego Burín, por la época y el tema, seguro que fue así.

-¿Cuál es el futuro del museo?

-No lo sé. Habrá que retomar de nuevo el asunto. Ya lo hablé con el anterior consejero, Francisco Álvarez de la Chica, pero no se avanzó nada. Ahora me toca hablar, cuando sepamos quién es el delegado aquí, volver a hablar a nivel de Consejería. Hay que concretar algo porque la proposición no de ley no le veo el carácter ministerial para retomarla. Hay que reconocer que el cobijo que nos da el Consejo Escolar del Estado es muy bueno, fue muy bueno con la anterior presidente, Carmen Maestro, y ahora malo no es.

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