"Hacemos ver a la mujer que en la vida no sólo juega el papel de víctima"

Lola Morales atiende a las víctimas en la sede de Arco Iris.
Lola Morales atiende a las víctimas en la sede de Arco Iris.

29 de noviembre 2009 - 01:00

TEMOR, miedo, vergüenza, culpa. Parece que alguien que vive estos sentimientos esté en el lado opuesto a la víctima. Pero nada más lejos de la realidad. Esta situación la observan en la asociación Arco Iris cada vez que llega una mujer maltratada que acaba de sufrir el machismo que la sociedad juzga muchas veces como inofensivo, hasta que se manifiesta de la manera más dura.

Esta asociación de mujeres contra los malos tratos desarrolla su labor desde el año 92, pero su presidenta, Lola Morales, no se acostumbra del todo a la primera toma de contacto tras una escena de violencia de género. "Casi no pueden ni hablar y cuando lo hacen, no quieren contar toda la verdad", dice.

Morales cuenta que al final del camino que les lleva hasta Arco Iris esperan un apoyo sincero y quieren cumplir con estas expectativas: "En esos momentos buscan una persona que no les juzgue ni les critique".

Por ello, desde la asociación les ofrecen "un espacio donde le acojan como ella es". Para tratar a estas personas que se hallan en un momento tan delicado, Morales señala la importancia de la sensibilidad y la habilidad para hacer crecer la autoestima de la mujer. Así, intentan volver a sacar de la mujer lo que el hombre consiguió hacer que escondiera: "Es necesario hacerle ver que ella tiene poder y capacidad para salir adelante".

De manera conjunta al apoyo psicológico que proporcionan a mujeres e hijos se aporta asesoramiento jurídico. Siempre es un momento complicado, pero es muy importante plantear la posibilidad de denunciar a la pareja. En un breve periodo de tiempo, la mujer se ve en la tesitura de, prácticamente, dar la vuelta a la vida que vivía anteriormente. Son una serie de pasos vitales para los que no siempre está preparada si no es con ayuda. "Le hacemos ver que ella es mucho más que una maltratada y que juega un papel muy importante en su vida y en la de muchas otras personas".

La presidenta explica el conflicto personal que les ocasiona el proceso, ya que "es muy difícil denunciar al padre de tus hijos". Así, destaca el papel clave que juega la protección posterior para comenzar "una nueva vida". En este sentido, Arco Iris lucha para que la mujer aprenda a hacer cara a las afrentas de su pareja porque el maltratador sabe que ese es su punto débil: "Tiene que defenderse sea quien sea".

Morales no se olvida de las "víctimas indirectas: los hijos. Considera que son "la parte peor parada" y que las secuelas que sufren son difíciles de borrar. En este sentido, indica que hay que ayudarles a entender y recuperarse. Además, muestra preocupación por los patrones que observan desde pequeños en estas situaciones.

Esta asociación de 65 miembros se afana en romper los lazos de dependencia que pueden truncar la salida hacia adelante de la mujer, centrándose en que los vínculos económicos se acaben cuanto antes. Aún así, señala que "la emocional hace más daño que la económica".

Después de años de trabajo, creen que no hay un perfil concreto para las maltratadas, aunque hay un elemento común en los maltratadores: el contacto con la violencia. "Antes llegaban personas que aguantaban 30 años de maltrato, pero ahora acuden más jóvenes", explica Morales. No obstante, de ellos dice que no suelen reconocer la violencia psicológica y la afrontan como algo habitual entre los componentes de una pareja.

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