Hacer prácticas en FP, la mejor salida al desempleo juvenil

Muchos jóvenes buscan en la Formación Profesional la inserción laboral que no encuentran en la calle · Con la crisis, las empresas demandan técnicos cualificados a los institutos

Estudiantes de FP en el taller de simulador de empresas.
A. Beauchy / Granada

26 de septiembre 2011 - 01:00

Hace apenas unos años la Formación Profesional era el último tren al que se subían los jóvenes que no deseaban seguir estudiando, un reducto formativo del que nada querían saber los que conseguían aprobar porque estaba destinado "a los más torpes". Hoy ese concepto no puede estar más lejos de la realidad. La reforma de estas enseñanzas permitió la incorporación de los ciclos de grado superior y su enlace con los estudios universitarios, pero además dio autonomía a los centros educativos para gestionar las prácticas de sus alumnos con las empresas. El resultado, una década después, es muy satisfactorio, pues la FP se ha convertido en el único modelo educativo de inserción laboral juvenil que funciona en plena recesión económica.

"Son muchos los alumnos que optan por la FP atraídos por las prácticas que tramitamos con las empresas", apunta el director del IES Cartuja de Granada, Rafael Molina. Este centro tiene 80 alumnos en Formación Profesional, de los que 26 cursan grado medio de Gestión Administrativa y 54 están matriculados de grado superior de Administración y Finanzas, aunque este curso ha tenido listas de espera con 24 solicitudes más que se quedaron sin plaza.

Como el resto de los institutos que imparten FP en Andalucía, el IES Cartuja cuenta con una base de datos, que elabora el mismo profesorado del centro, en la que hay inscritas 251 empresas y 215 alumnos. "Los estudiantes que acabaron los ciclos en este instituto siguen apuntados en el listado, porque muchas empresas nos demandan titulados -explica el vicedirector del instituto Cartuja, Rafael Campaña-. Cuando llega el mes de septiembre, hacemos una ronda de llamadas a cada uno para ver si están trabajando o si han ampliado su formación y actualizamos su currículum. En estas fechas siempre nos piden prácticas para ex alumnos".

El IES Cartuja ya ha conseguido prácticas de empleo para 21 alumnos de grado medio y 44 de grado superior. "Las prácticas son un trampolín magnífico para encontrar trabajo", apunta Campaña. Hay alumnos que incluso dejan sus estudios universitarios en el primer o segundo curso porque creen que con un ciclo superior de FP van a tener más opciones de encontrar trabajo. "Con la crisis, las empresas, más que licenciados, lo que demandan son técnicos con un desempeño cualificado", asegura Molina. Y aunque los contratos a los que optan siguen siendo precarios, el trabajo que desempeñan ahora es mejor, según los expertos.

Todos los proyectos con los que trabaja el centro Cartuja están enfocados a la inserción laboral de sus alumnos. Cuando la escalada del paro se hizo imparable, los docentes se dieron cuenta que tenían que cambiar las directrices que daban a sus alumnos sobre las estrategias de búsqueda de empleo. "Antes los profesores llevábamos de la mano a los chavales hasta las empresas para que trabajaran, pero en cuanto acababan las prácticas ya no sabían cómo moverse en el mercado laboral. Ahora les enseñamos a negociar, que sean ellos los que aprendan a tratar con el empresario y les instamos a que se busquen sus propias prácticas", detalla el vicedirector del IES Cartuja.

Paradójicamente, la demanda de prácticas a los institutos ha aumentado con la crisis económica. Ahora todas las empresas quieren técnicos, porque les sale más barato, pero también la calidad del trabajo que ofrecen a los alumnos es mejor. "Ocupan el puesto que antes realizaban trabajadores cualificados y eso enriquece el aprendizaje del alumno", explica el director.

Pero Campaña advierte que todavía los empresarios no conocen bien las competencias que tiene un alumno de ciclo medio o superior de FP.

"Todos saben qué le pueden pedir a un licenciado en Derecho o en Económicas, pero la mayoría no sabe los conocimientos y la pericia que tiene un titulado en Administración y Finanzas", dice Rafael Campaña.

La mayoría de los centros de FP están apostando por crear simuladores de empresas en los que participe todo el alumnado. "Ellos disponen de todo el material que manejarían en una empresa y rotan para ocupar todos los puestos de trabajo posibles", detalla Molina. En el IES Cartuja han creado ya cuatro empresas simuladas que son un modelo para otros centros y envían a su profesorado para conocer sus métodos. La inquietud del claustro de profesores y su directiva es fundamental para obtener buenos resultados, ya que exige un continuo reciclaje de sus conocimientos, un contacto permanente con las compañías privadas y públicas y un seguimiento que no conoce ni de horarios ni de límites geográficos.

Para que los alumnos conozcan cómo se desempeña su profesión en el exterior, el IES Cartuja tiene convenios con empresas y centros formativos europeos (ARCE), y hacen hermanamientos con Francia que permite el intercambio de estudiantes en prácticas. Es una forma de iniciar la movilidad estudiantil de forma similar a como se realiza en la universidad.

Todo esto está permitiendo mantener en la FP unos niveles de inserción laboral insólitos dado los tiempos que corren. "No hemos disminuido la inserción de nuestros alumnos", dice Molina.

Aunque todavía quedan algunos flecos por afinar. En el IES Cartuja sólo tres de 44 alumnos que finalizaron sus estudios el pasado curso optaron por examinarse de Selectividad para subir nota y enlazar con la Universidad; los ciclos bilingües todavía están lejos de implantarse de forma generalizada, cuando en la mayoría de las prácticas se valora el conocimiento de idiomas; y las instalaciones de los centros son, en muchos casos, precarias (en el IES Cartuja hay que arreglar cubiertas, cerramientos y poner calefacción en las aulas).

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