Los Hermanos Cubero es el nombre artístico con el que se conoce a los músicos y hermanos originarios de La Alcarria, Enrique 'Quique' y Roberto Cubero. Nacidos en Guadalajara, Castilla, desarrollan un estilo basado en la música tradicional castellana con influencias de Americana music. Comenzaron su actividad en 2010 cuando les fue otorgado el Premio Europeo de Nueva Creación de Folklore Agapito Marazuela.

Su estilo es eminentemente acústico y aunque está muy enraizado en la música tradicional, el eclecticismo es una constante en toda su obra, caracterizada por respetar ritmos, estructura y métricas tradicionales (Seguidillas, Paloteos, Ruedas, Fandangos, Jotas, etc.) pero dotando de una dimensión contemporánea tanto a los textos como a las armonías. Además de componer piezas originales, también incorporan piezas tradicionales a su repertorio. Estarán el sábado 30 junto a David Montañés (22:00 horas) en el Parapandafolk de Íllora.

Desde su inicio han sido capaces de derribar los prejuicios con los que se topa la música tradicional en entornos urbanos, llevando su música a circuitos ajenos a la tradición y cercanos al mainstream, encabezando una generación liberada de complejos y que reivindica la tradición de manera normalizada.

A día de hoy su obra consta de 6 álbumes, 2 EPs, un box-set recopilatorio y un largometraje. Ganadores del Premio MIN de la Unión Fonográfica Independiente a Mejor Álbum de Músicas de Raíz en 2022 y 2019 por los discos Errantes telúricos / Proyecto Toribio y Quique dibuja la tristeza respectivamente.

Su más reciente trabajo discográfico es el doble álbum Errantes Telúricos / Proyecto Toribio: recogiendo el primero diez canciones en las que participan: Josele Santiago, Christina Rosenvinge, Grupo de Expertos Solynieve, Amaia, Rodrigo Cuevas, Carmen París, Hendrik Röver, Ara Malikian, Nacho Vegas y Rocío Márquez. Y el segundo otras diez, esta vez instrumentales de violín tradicional de Guadalajara, del repertorio de Toribio del Olmo, acompañados por algunos de los mejores violinistas del circuito de folk actual.

- Los estrenamos por aquí en el Orcefolk ¿Dónde se encuentran más a gusto en un festival de folk o en uno indie?

- Por nuestra experiencia, no es muy distinto. Hay muchas personas aficionadas a la música que van a festivales de todo tipo. De hecho, nos hemos encontrado gente nos ha visto en un festival de folk y al poco tiempo en uno de indie, y viceversa. Al final en los festivales, más allá del estilo de música, se trata de canciones, comunicación, cultura y diversión.

- La música clásica, el jazz y buena parte del rock se han nutrido desde siempre de músicas populares. Entonces ¿Por qué se considera al folk como algo antiguo e irrelevante?

- A los medios no especializados les cuesta apoyar el folk y las músicas tradicionales más allá de tratarlas como algo anecdótico o residual. Sin embargo al circuito de folk se le ve potente globalmente, y es gracias al trabajo local de muchas personas para mantener vivos festivales y ciclos en pueblos y barrios. Alguien que solo escuche radio-formula puede pensarlo, pero quien tenga una mínima inquietud musical no creo que lo considere así.

- Los cubanos ejercen más de cubanos lejos de su isla, y es algo que nos pasa a todos. ¿Se es más alcarreño en Cataluña?

- Posiblemente. Pero no ejerciendo de alcarreños de cara al exterior, de ‘postureo’ como se dice ahora, sino de identidad interior, imaginando, recordando, e imaginando recuerdos. Si nunca nos hubiéramos alejado de La Alcarria no tendríamos la perspectiva idealizada que da la nostalgia.

- Sonarían los Hermanos Cubero en la radio del coche de Cela recorriendo La Alcarria?

- En la radio no sé, pero seguramente si pasara por nuestra calle al final del día, nos pillaría sentados en el poyo cantando unas coplas y echando unas risas.

- ¿Bill Monroe o Agapito Marazuela?

- Bill Monroe ‘y’ Agapito Marazuela. El legado de ambos es tan grande y tan importante que nos negamos a elegir.

- Ustedes salen muy baratos de backline… ¡Hasta gastan el mismo micrófono!…¿Cómo se apañaban todos y tantos alrededor?

- Bueno, eso ha cambiado un poco con el tiempo, en la actualidad usamos 4 micrófonos en lugar de 1, en ese sentido hemos perdido la plástica del baile que se generaba al acercarnos y alejarnos del micrófono, pero hemos ganado en calidad de sonido, hemos tenido que llegar a ese compromiso.

- Alan Lomax se llevó muchas grabaciones de la Granada rural ¿es su método de trabajo? ¿Recuperación o actualización?

- Nosotros no hacemos trabajo de campo, pero sí nos aprovechamos del trabajo ya realizado por otros (en ‘Errantes telúricos’ hay un tema recogido por Alan Lomax). La clave, a nuestro modo de ver, son ambas cosas, es decir, recuperar temas tradicionales (que son brutales y tienen una vigencia que asusta) y actualizarlos, adaptándolos a nuestro estilo instrumental y conceptual.

- Por cierto que comparten premio Agapito Marazuela con el Parapanda, a donde vienen...

- Un premio muy merecido por la trayectoria del festival y todo el trabajo que implica. Para nosotros es un auténtico placer llevar nuestras canciones al Parapanda. Realizar un festival así en estos tiempos es muy complicado y siempre les desearemos lo mejor.