Economía

Histórica subida del IPC en Granada, que se dispara al mismo nivel que en el resto de España

Histórica subida del IPC en Granada, que se dispara al mismo nivel que en el resto de España

Histórica subida del IPC en Granada, que se dispara al mismo nivel que en el resto de España / G. H.

La vida es 9,8% veces más cara ahora que hace un año en la provincia de Granada. Así se desprende de la última actualización del Índice de Precios al Consumo (IPC) emitida esta mañana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que sitúa a Granada en la misma media registrada a nivel nacional. Los precios siguen al alza y no frenan la tendencia de los últimos meses, agravados entre otros factores por la invasión de Rusia en Ucrania, principal causa que alega el Gobierno para la subida del precio sobre todo de las gasolinas. Este dato es el peor desde mayo de 1985.

En Granada, el índice general se sitúa en 107,561, un 3,3% más caro que el mes pasado (estaba en 93,953), dentro de la media de lo que va de año, que es un 3,4% más cara la vida que cuando empezó 2022. La variación del 9,8% coloca a Granada en la misma media nacional pero por debajo de la comunidad andaluza por unas pocas décimas, y donde el IPC registrado este marzo respecto al año pasado es del 3,1%.

Las mayores crecidas, evidentemente, se sitúan en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, donde en Granada los precios son un 38,3% más caros que hace un año, con una crecida de nada menos que el 11,4% en marzo debido al paro de los transportistas derivado del propio encarecimiento de la gasolina y el gasóleo. Este incremento es mayor incluso que la media nacional, donde el IPC es del 33,1%.

Los precios se han incrementado en todos los grupos en Granada salvo las comunicaciones, con una ligera caída del 0,5% respecto a marzo del año pasado. Así, los transportes, sector íntimamente ligado al precio de los combustibles, es el segundo donde más se han encarecido los precios respecto al año pasado, un 17,5% más (18,6% a nivel nacional). Le siguen ya de lejos los alimentos y bebidas no alcohólicas (7%), muebles, artículos del hogar y artículos para el mantenimiento corriente del hogar (3,6%) y restaurantes y hoteles (también un 3,6% más).

En Andalucía

El Índice de Precios de Consumo ha subido un 3,1% en Andalucía durante el mes de marzo con respecto al mes anterior, mientras que la tasa interanual se ha disparado hasta el 9,9%, 2,1 puntos por encima del dato de febrero y una décima más de la tasa nacional, según ha informado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE), que detalla que el dato acumulado en lo que va de año se cifra en un 3,4%.

A nivel nacional, el IPC subió un 3% en marzo en relación al mes anterior y elevó su tasa interanual 2,2 puntos, hasta el 9,8%, su tasa más alta en 37 años, concretamente desde mayo de 1985, según los datos del INE. Con el dato de marzo, que coincide con las cifras avanzadas a finales del mes pasado por Estadística, el IPC interanual encadena su decimoquinta tasa positiva consecutiva.

Por provincias, con respecto al mes anterior, los precios han subido en todas ellas, especialmente por encima de la tasa regional en Málaga (3,4%), Córdoba, Granada y Jaén (todas con 3,3%) y Huelva (3,2%). Mientras, Almería ha registrado una tasa idéntica a la regional (3,1%), y el resto de provincias se ha situado por debajo, como Sevilla (2,9%) y Cádiz (2,5%).

Reacción

Para Juan Francisco Martín, secretario general de UGT Granada, los datos agravan una inflación que ya de por sí era preocupante, presionando al alza los precios de los productos energéticos y afectando también al precio de algunas materias primas claves para el sector industrial y agrícola. Las consecuencias, opina el ugetista, son evidentes: el contexto actual supone una merma notable de las posibilidades de crecimiento de nuestra provincia, mientras que la continua alta inflación implica un riesgo extremo de intensificar el empobrecimiento de la clase trabajadora de Granada.

Para contrarrestarlo, el representante del sindicato reclama una política salarial fuerte y consensuada, que refuerce la creación de empleo de calidad, sostenga el consumo,  y evite echar al traste todo el camino andando en la senda de recuperación económica y social. 

Un pacto de rentas, dice, que debe partir de la base de que los salarios no suponen el origen de los problemas inflacionistas, por lo que no existe ningún razonamiento lógico que justifique una devaluación de los mismos. De esta forma, señala Martín, la protección del poder adquisitivo de los trabajadores se erige como la principal garantía para evitar un reparto asimétrico de los costes de la guerra, esencial para no debilitar, aún más, la condición de vulnerabilidad de los colectivos más golpeados por la pandemia.

Por ello, el representante de UGT considera que imprescindible que el nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva pivote sobre la inclusión de cláusulas de revisión salarial en los convenios, protegiendo así a los trabajadores de posibles desviaciones en las previsiones del IPC. El blindaje del poder de compra de cientos de miles de personas trabajadoras en la provincia de Granada, supone una demanda irrenunciable para poder asegurar un futuro digno a todas ellas. 

Por último, valora las medidas aprobadas para luchar contra los efectos de la inflación y el impacto de la guerra en Ucrania, y reclama diálogo y concertación a la hora de adecuar las mismas a las necesidades de los sectores productivos más vulnerables a esta crisis 

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