El Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada se ha convertido en uno de los primeros del país en activar un programa piloto de entrenamiento físico que mejora la capacidad de caminar sin dolor de personas que sufren isquemia.

El servicio de Angiología y Cirugía Vascular de este centro hospitalario ha activado un Programa de Ejercicio Vascular Supervisado para pacientes que sufren dolor al caminar por la isquemia, que es la reducción del flujo sanguíneo en las arterias.

El objetivo de este proyecto, uno de los primeros de España de estas características, es evaluar la mejoría que supone para los pacientes la realización de ejercicio físico bajo supervisión profesional. El programa está dirigido a personas con isquemia crónica y de momento participan pacientes que sufren dolor al caminar en recorridos inferiores a 500 metros o menos de diez minutos.

De momento, todos los pacientes que han completado el programa han logrado mejorar notablemente la distancia máxima que podían caminar, con una mejoría de más del 150% en el primer mes, y más del 400% a los seis meses.

La duración del entrenamiento es de seis meses, en los que los pacientes acuden al hospital tres veces por semana para realizar ejercicio físico supervisado por la enfermera Virginia Maroto. Los pacientes caminan en una cinta rodante entre 30 y 45 minutos, modificando parámetros de tiempo y velocidad cada una o dos semanas en función de la respuesta del paciente.

El jefe de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular, Luis Miguel Salmerón, ha destacado la importancia de constatar la efectividad de este programa rehabilitador, aún poco desarrollado en España, para estudiar su posible incorporación de forma permanente a los procedimientos habituales de esta área.

Junto a este proyecto piloto, el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular ha iniciado un estudio prospectivo para comparar la evolución de los pacientes que participan en el entrenamiento hospitalario con aquellos que realizan el ejercicio de forma individualizada en su domicilio.

La prevalencia de esta enfermedad alcanza un 5% de la población menor de 50 años y hasta un 20% en mayores de 80 años y alrededor del 60% de estas personas pueden cursar la enfermedad de forma asintomática por baja severidad de las lesiones o bien actividad diaria poco intensa.