Hoy comienza el juicio contra el presunto asesino de Beatriz Collado

Casi dos años después de que el cadáver de Beatriz Collado Ramírez apareciera flotando en el Pantano del Cubillas, su presunto asesino, José Molero Guerrero, de 32 años, se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Granada para ser por fin enjuiciado por el estrangulamiento y la violación de la joven. Hoy está previsto que se celebre la primera sesión del jucio oral por aquel terrible crimen, después de que la vista fuese aplazada el pasado 10 de diciembre al renunciar el acusado a la letrada que iba a defenderlo.

El fiscal solicita para José Molero una condena de 30 años de prisión y el pago de una indemnización de 240.000 euros. Por su parte, la acusación particular, que ejerce el novio de la víctima, pide 48 años de cárcel. Los padres de Beatriz decidieron al final no personarse como perjudicados en la causa.

Aquel terrible crimen conmocionó a la sociedad granadina tanto por la juventud de la víctima, pues Beatriz sólo tenía 27 años, como por las terribles circunstancias en las que se produjo su muerte. Beatriz regresaba de hacer footing con una amiga por la zona de Alcampo cuando se topó de modo casual con su asesino. Era el 1 de marzo de 2006 por la noche.

La joven se había montado ya en su coche y paró un momento en la calle La Calera para hablar por teléfono con su novio de Madrid, la última persona que escuchó su voz. Mientras ambos conversaban, Beatriz se sobresaltó y la llamada se cortó. A partir de ese momento, comenzó para la chica una pesadilla que acabó en el embalse del Cubillas.

Su cuerpo apareció flotando al día siguiente en una zona del pnatano conocida como La Playa. Había sido estrangulada con la braga de deporte que llevaba. Los análisis practicados a su cadáver determinaron que había sido agredida sexualmente antes de morir.

La detención de José Molero fue posible gracias al teléfono móvil de la joven. Según se desprende del sumario del caso, éste se llevó el aparato tras el crimen y se lo regaló a su compañera sentimental. Cuando ésta lo activó, guió a los investigadores policiales hacia ellos. Aunque en un principio su pareja, Josefa G., también estuvo imputada, finalmente quedó fuera del caso, al igual que un joven del polígono, Antonio L.F., al que José acusó de haberle vendido el teléfono de Beatriz.

Está previsto que el jucio, que se desarrollará el la Sección Primera de la Audiencia, concluya el viernes. Fuentes consultadas por este periódico indicaron que la vista ya no podría ser suspendida por la misma causa por la que fue aplazada, pues José ya ha tenido cinco abogados defensores de oficio designados en este proceso.