Experiencia en el aula

IES Cartuja de Granada: un viaje espacial sin salir del aula

  • El centro participa en un proyecto para abordar el reto de la integración de alumnado inmigrante

  • El eje del proyecto es completar con éxito una misión en el sistema solar

Francisco Javier Palma Martín, José Manuel Franco e Isabel Soriano.

Francisco Javier Palma Martín, José Manuel Franco e Isabel Soriano. / Álex Cámara

La integración del alumnado extranjero es uno de los retos a los que se enfrenta la Administración educativa. Y en determinados centros llega a ser una cuestión clave para el desarrollo del día a día. Ocurre así en el IES Cartuja de la capital granadina, que reúne a alumnos de 22 nacionalidades. El centro ha decidido hacer del reto una oportunidad y participa este curso en un proyecto internacional financiado con 500.000 euros en el que participan cuatro países, tres universidades, centros de secundaria e instituciones privadas. Y, además, proponen a los chavales que participan en el mismo un viaje espacial.

El centro ejerce de laboratorio para determinar cómo se pueden mejorar las políticas educativas en relación con el alumnado de otros países. La base investigadora viene de la Universidad de Granada (UGR), a través del Instituto de Migraciones y e investigadores del Física Teórica y del Cosmos. Fue la docente Blanca Ocón la que planteó la posibilidad de participar en el proyecto, financiado por el programa Erasmus + KA3 CLeDi (Creative Learning Districts for Inclusion). El centro granadino es pionero en Andalucía en formar parte de un proyecto de este programa.

Fue la Università degli Studi di Milano-Bicocca, en Italia, la que propuso que se empleara un juego en red. El alumnado de Turquía tiene unas particularidades –participa el Yenilikçi Egitimciler Dernegi de Estambul– y el del IES Cartuja otras. ¿Qué pueden tener en común estos chavales? El interés por los juegos. “Es una herramienta que está al alcance de todos”, indica el coordinador del proyecto CLeDI en el Cartuja y profesor de Economía, Francisco Javier Palma Martín. Este interés les permite tener unas destrezasque son independientes del nivel académico.

El juego, apunta Isabel Soriano, responsable del Aula Temporal de Adaptación Lingüística (ATAL), es el “instrumento para evaluar” si el alumnado efectivamente ha sido “permeable” a la hora de trabajar las cuestiones relacionadas con la inclusión. En los grupos de trabajo hay alumnos españoles, marroquíes y georgianos. “Aquí los estereotipos no valen”, zanja el director, José Manuel Franco.

Se busca que los chicos sean protagonistas y que tengan que colaborar para completar el reto

Por parte del IES Cartuja, se trata de 15 alumnos de FP Básica más ocho de ATAL. Se formarán equipos y se les planteará una misión. “Estarán perdidos en el sistema solar”, resume el coordinador de la iniciativa. Ahí es donde entra en juego la colaboración del Departamento de Física Teórica y del Cosmos de la UGR, encargado de preparar los vídeos que sirven para explicar a los alumnos su misión. Todo está planteado de tal manera que ellos, los alumnos, son los protagonistas.

“Pueden utilizar como lengua vehicular el inglés o su lengua materna”, si así se sienten más cómodos, explican desde el centro. Los científicos les facilitarán una serie de pistas que obligará a los chavales a trabajar en equipo para conseguir que la misión sea exitosa. “Tienen que hacer un trabajo colaborativo, se van a necesitar unos a otros”.

Antes de que la misión avance por el espacio exterior, tendrán que plantear una historia, real o ficticia. También afrontarán el reto de asumir distintos papeles en la aventura. “Lo que se va a favorecer es que busquen ayuda”, indica Soriano. A la par, realizarán vídeos en los que narrarán sus avances. Al final del proyecto, en mayo, se hará un cuestionario a los participantes y se comparará con los resultados de la encuesta inicial. “Ahí se verá el trabajo” avanzado desde enero a mayo. Se prevé que salgan resultados que finalmente podrían trascender del centro y se empleen en la gestión educativa.

De forma paralela, se trabajará con las familias. Así, el proyecto prevé observaciones astronómicas o participa en la semana cultural dedicada a la astronomía, lo que, de camino, propiciará que participe toda la comunidad educativa del centro. Porque otra de las metas es que el resto del centro sepan “lo que están haciendo, que sean visibles y que conozcan que son parte de un proyecto de envergadura”, indica Franco.

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