IMFE: crónica de una muerte anunciada

29 de mayo 2012 - 01:00

En el mes de diciembre, bajo el paraguas del ahorro y de la falsa austeridad, el equipo de Gobierno del PP tomó la decisión al amparo de su mayoría absoluta de disolver el Instituto Municipal de Formación y Empleo. Esta decisión ha sido muy criticada porque no se entendía antes, ni se entiende ahora, que con el desempleo haciendo estragos en la capital granadina no hubiera otra opción que recortar en un organismo que durante más de veinte años ha desarrollado un trabajo impecable en toda la ciudad. Sobre todo, en los barrios donde el problema del paro y la falta de formación son más severos, como en el Zaidín o en los barrios de la Zona Norte.

Pero las mayorías absolutas mandan y en la hoja de ruta del PP nunca ha existido la supervivencia del IMFE, pese a que su objetivo principal sea el desarrollo de estrategias que mejoren la empleabilidad y la formación de las personas, y está claro que esto es secundario para un partido que sólo mide sus acciones en función del rédito electoral y no del interés general.

El IMFE sólo le ha venido bien al alcalde para confrontar, sobre todo con la Junta, sin importarle que en esta refriega perdieran los de siempre: parados de larga duración, personas en riesgo de exclusión social y otros colectivos que si no hubiese sido por los programas y proyectos que la administración autónoma ha concedido a lo largo de todos los años de vida del IMFE nunca hubiesen adquirido una formación para el empleo digna. Hay que recordar que, aún hoy día, en el presupuesto del IMFE, la Junta aporta el 55% de los ingresos.

Hay otra cosa preocupante en este desmantelamiento, y son los propios trabajadores, esos profesionales que durante todos estos años no han sido sólo técnicos de empleo sino paño de lágrimas y en algunas ocasiones tabla de salvación ante situaciones desesperadas. Estos trabajadores del IMFE son los que están siendo despedidos sin justificación alguna, ya que el Ayuntamiento cuenta con la financiación de la Junta a través del Programa Orienta o los Agentes Locales de Promoción y Empleo. Esta decisión se salta peligrosamente los acuerdos tomados en la Mesa de Negociación. Y lo peor es que la sangría no ha hecho más que empezar. ¿Para qué se convoca una mesa de negociación? ¿Esa es la validez que van a tener los acuerdos que el alcalde firma con los trabajadores y sindicatos?

Desgraciadamente para los granadinos, éste es el modelo de gestión en tiempo de crisis del Sr. Torres Hurtado. Mientras otros ayuntamientos como el de Málaga (ya que tanto le gusta al alcalde compararnos con otras ciudades) incentiva el organismo homólogo al granadino porque entiende la necesidad más que nunca de participar en las políticas activas de empleo, el alcalde de los granadinos desmantela un instrumento que ha sido modelo y referente en toda España, sin importarle los miles de granadinos que, con esta decisión, deja en el camino.

Y lo que es más escandaloso: el alcalde sigue nombrado altos cargos con sueldos nada austeros y premia al ideólogo de la desaparición del IMFE y de todos los recortes que vamos a sufrir con un aumento de sueldo de 6.000 euros al año. Me refiero al concejal de Economía, el Sr. Ledesma. Esto es gestionar bien en tiempos de crisis.

Se les cayó la máscara. Su salida de la crisis pasa por menoscabar los servicios básicos de los granadinos, sangrarlos cada vez más con los impuestos y tasas municipales, y privatizar, como es el caso de Emucesa, todo aquello que sea rentable para la ciudad. Está claro que los objetivos del PP son otros que Granada y sí sus asuntos particulares.

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