El IPC encarece el precio medio de los alquileres en más de 330 euros al año

¿Alquilar o comprar? En los últimos meses, la caída del poder adquisitivo derivada de la subida generalizada de precios y, sobre todo, la reacia actitud de las entidades financieras a conceder créditos a los consumidores se habían encargado de responder esta pregunta, previa a casi todos los procesos de emancipación de los jóvenes - y no tan jóvenes- granadinos. De hecho, el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Granada y Provincia, Francisco Iglesias, admite que, desde que la venta de viviendas comenzó a estancarse, la demanda de pisos en alquiler ha aumentado de forma considerable.

Sin embargo, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística sobre el comportamiento del Índice de Precios de Consumo (IPC) señalan que a lo largo del último año la opción del arrendamiento se ha convertido en una alternativa cada vez más prohibitiva.

El precio de la vivienda en alquiler se ha disparado en la provincia en el periodo que va de julio de 2007 a julio de 2008 un 4,1%. Lo que significa que, en plena depresión inmobiliaria, el incremento del coste de los pisos arrendados supera con creces al de la vivienda libre en venta, que, según los datos del Ministerio de Vivienda, experimentan un encarecimiento que ronda el 3,8%.

Desde mediados de 2007, el aumento del coste de los alquileres ha sido progresivo, aunque los mayores incrementos se produjeron en septiembre de 2007, cuando los precios experimentaron una subida del 1%, y en abril de 2008, cuando crecieron un 0,7%.

Además, la continua escalada del IPC -que es el índice que se utiliza para actualizar los contratos de alquiler- puede poner en más de un aprieto a los inquilinos que tuvieran que renovar su contrato en pleno mes de julio, cuando la inflación se situó en la provincia en el 5,1%. Teniendo en cuenta que la cuota mensual media de los alquileres de Granada se sitúa en torno a los 550 euros, los inquilinos que renueven su alquiler en función de la inflación registrada en julio se verán obligados a pagar cada mes una media de 28 euros más. Es decir, que la cuota mensual de su alquiler se elevará hasta los 578 euros y supondrá, al cabo de un año, un desembolso económico extra de más de 330 euros.

Éste es, según las series históricas del INE, el incremento anual de los precios más alto desde 1995. Sin embargo, un granadino que alquilase su piso en julio de 2003 y que desde entonces se haya visto obligado a actualizar su contrato anualmente no sólo tendrá que afrontar el incremento de esos 28 euros mensuales, sino que a lo largo de los últimos cinco años se habrá visto obligado a exprimir su cartera de forma progresiva.

Partiendo de un alquiler de 450 euros en 2003, las cuotas mensuales habrían aumentado en un año, puesto que el IPC de julio de 2004 se situó en el 2,9%, en unos 13 euros. La renovación de julio de 2005 -con un IPC del 2,8%-, habría incrementado en otros 12,9 euros la renta mensual. En 2006 y 2007, las cuotas, actualizadas al 4,1% y al 2,5%, habrían aumentado en 19,5 y en 12,3 euros, respectivamente. Y la última actualización, la de julio de 2008, habría sumado otros 28 euros mensuales al alquiler. En conjunto, ahora el inquilino pagaría cada mes 83,6 euros más que hace cinco años, pasando de la cuota inicial de 450 euros a una de más de 533 euros, que se traducen en un desembolso económico extra de más de 1.000 euros al año.