¿Alguna vez quisiste construir los objetos de decoración de tu casa?, ¿diseñar tus propios zapatos y complementos o tener tu cara impresa en un dulce de chocolate? Todo esto es posible con las impresoras 3D. Desde diseñar lámparas hasta construir prótesis faciales para implantes u obtener réplicas exactas en miniatura de los monumentos más famosos del mundo. Las impresoras 3D están revolucionando el mundo de la fabricación estándar, lo que antes podía parecer un sueño en la actualidad es posible gracias a estas impresoras, cuyo límite es el que imponga la imaginación.

El único obstáculo es el alto coste que conllevan, aunque se han abaratado de forma espectacular en los últimos años. En Granada, la empresa 'Createc 3D' ofrece talleres de formación donde los participantes tienen la posibilidad de aprender a fabricar sus propias impresoras y tenerlas en casa en solo dos días. Según Juan Robles, uno de los socios de esta compañía, el curso es "práctica y teoría a la vez, porque se va enseñando mientras se monta la impresora". El taller incluye todas las piezas y el cliente "aprende a montarlas desde cero". También dan formación sobre cómo usar y calibrar la impresora.

Además, estas impresoras tienen la ventaja de que pueden ser cambiadas y modificadas para poder imprimir cualquier tipo de material. "Hacemos que las personas sean autosuficientes y capaces de manejar las impresoras", apunta Juan, y es que esta empresa promueve el movimiento 'Do it yourself' (hazlo tu mismo). Y todo esto solo por 800 euros. Y es que, según afirma Juan, las impresoras más baratas en la actualidad rondan los 900 euros, pero "son pequeñas y muy limitadas porque solo dejan imprimir un tipo de material". Wohters Associates, empresa norteamericana dedicada a investigar el mercado de las impresoras 3D, establece en su informe que el precio actual de las impresoras 3D personales oscila entre los 800 y los 3.000 euros. "Si quieres una impresora que haga de todo, el precio sube hasta los 2.000 euros pero aún así hay impresoras que no dan libertad a la hora de poder modificarlas", añade Juan. Además, "si nuestros clientes quieren cambiar su impresora no tienen porqué comprarnos las piezas a nosotros, sino que pueden acudir a cualquier tienda, algo que no ocurre con las impresoras comerciales".

El mercado está experimentando un crecimiento exponencial en los últimos años, impulsado por las ventas de impresoras personales en 3D. Según las previsiones de Wohters Associates, las ventas de equipos de impresión en 3D superarán los 3.500 millones de dólares en 2015 y los 10.800 en 2021, y es que el crecimiento medio anual en los últimos 25 años ha sido del 25,4%. Por el momento, la industria automotriz, médica y aeroespacial son las que acaparan la mayor parte del mercado.

No obstante, estos talleres están dirigidos a todo el público en general, puesto que no se requiere ningún tipo de formación específica anterior. "Cualquier persona puede participar, hemos tenido desde jóvenes de 14 años con interés en el sector hasta personas de 60", afirma Juan, quien confiesa que aunque es un proceso "complejo" está guiado.

Daniel Hernández participó en uno de estos talleres hace seis meses. "Tenía mucha curiosidad, había estado viendo impresoras en 3D pero el precio era desorbitado, entonces conocí a esta empresa que por unos 800 euros te enseñaban y te la podías quedar". Según Daniel, el aprendizaje es un proceso constante puesto que cuando ya dispones de la impresora tienes que seguir poniendo interés. "En mi caso he cambiado piezas de la impresora que hice inicialmente y ahora la he mejorado, con la primera podía imprimir cuatro materiales pero ahora puedo imprimir hasta ocho, todo esto gracias a la ayuda que desde que terminé el curso la empresa me ha ofrecido para orientarme y hacer que mi impresora evolucione", afirma Daniel. "Al final he conseguido hacer modelos que en un principio pensaba que no sería capaz".

En cuanto al sector profesional, Juan resalta que puede ser de gran ayuda en algunos sectores. Él es arquitecto y todo un especialista en impresoras 3D desde que hace dos años fabricase la suya propia para crear sus diseños. "El crecimiento de usuarios es enorme, es un mercado que está creciendo de forma exponencial así que decidí junto a otros compañeros montar la empresa ya que el sector de la arquitectura está cada vez peor", confiesa. En este sentido, Juan señala que en el curso han participado desde ingenieros hasta arquitectos, diseñadores gráficos o profesionales de la medicina.

Hasta ahora se han realizado hasta siete talleres de forma grupal, los viernes por la tarde y la mañana de los sábados. Las plazas son limitadas y todos los participantes realizan el mismo tipo de impresora, además, cada uno puede llevar de forma gratuita a una persona para que le ayude. Sin embargo, según afirmó Juan, a partir de septiembre se pondrán en marcha talleres continuos, es decir, cualquier persona interesada en estos talleres podrá ponerse en contacto con la empresa y acceder a un taller personalizado. La persona contará con un técnico que le ayude y enseñe, tendrá libertad a la hora de elegir el horario y podrá escoger entre el modelo de impresora que más le interese. "Con esto queremos que cualquier persona interesada pueda aprender sin tener que esperar hasta la realización de los talleres grupales, nosotros abrimos nuestro local todos los días por lo que no tenemos inconveniente en fechas y horarios", afirma Juan.