Inseminación artificial: la respuesta a 30 solteras y lesbianas cada año
El Virgen de las Nieves trata a un total de 38 mujeres que intentan concebir un hijo con semen de donante
30 de ellas llegan a consulta sin estar acompañadas de un hombre
Estar acompañada de un varón como requisito indispensable para poder tener un hijo. Esa fue la premisa que en 2013 el Partido Popular, con Ana Mato como ministra de Sanidad, impuso a las mujeres a la hora de optar a un tratamiento de fecundación en la sanidad pública. Si ellas no contaban con ese plus social, o sea, si visitaban la consulta sin la compañía de un hombre o con su mujer, quedaban excluidas de ese derecho. La mayoría de comunidades autónomas decidió en base a sus competencias no aplicar dicha norma nacional, salvo Asturias, Murcia, Ceuta o Melilla, las únicas del territorio que mantienen el veto a solteras y lesbianas.
Hace diez días, tras el Consejo de Ministros la portavoz del equipo de Gobierno de Pedro Sánchez, Isabel Celaá anunciaba que se volvía a reabrir la posibilidad a estas mujeres de acceder a tratamientos de reproducción asistida en la sanidad pública.
Se trata del retorno al estado que contemplaba la primera ley de Reproducción asistida del 22 de noviembre de 1988, que adhería a la cartera de servicios la atención de los deseos reproductivos de mujeres sin pareja masculina, norma que Andalucía siempre mantuvo y procedimiento en el que el Hospital Virgen de las Nieves de Granada fue pionero a nivel autonómico.
Desde 1990 y hasta 2015 -último año datado- en la Unidad de Reproducción Humana del centro se han atendido a 202 mujeres solteras, lesbianas o transexuales. Esto supone, según los datos aportados por la unidad, un 2,3% de todos los tratamientos de Reproducción Asistida realizados en los últimos 25 años.
Cada año, según los datos aportados por Salud, alrededor de 30 mujeres solas o lesbianas acuden a esta unidad para inseminarse con semen de donante. Lo más significativo es que esta cifra supone el 70% del global, ya que al año pasan por estas consultas unas 38 parejas para intentar concebir con semen de donante.
En total, al año entran alrededor de 800 parejas para cualquier técnica de reproducción de las cuales 30, son homosexuales o solteras, un 4%, de la atención sanitaria.
Luis Martínez Navarro es el responsable de la Unidad de Reproducción del Hospital Materno y presidente de la Asociación Española de Fertilidad. A su lado, José Antonio Castilla, responsable del Laboratorio de Embriología y Andrología de la Unidad de Reproducción. Llevan realizando juntos estos tratamientos desde 1990 aunque el hospital lleva haciendo reproducción asistida desde los años 80. De hecho, la primera niña que nació en Andalucía por reproducción humana asistida fue en este centro en 1987.
En cuanto a la norma nacional auspiciada por el Partido Popular en 2013, estos profesionales apuntan que "quitar la limitación está bien, pero a efectos reales en España nosotros por ejemplo estamos trabajando con solteras y lesbianas desde el año 90, y cuando salió esta ley para nosotros fue anecdótico sobre todo cuando desde la Consejería se anunció que se mantendría esta atención".
En la base de datos no existe distinción entre este colectivo por razón de su sexualidad, y explica Castilla, que el término moderno con el que se denomina ahora es 'madre sola por decisión propia', que quiere decir que la mujer no tiene pareja masculina y puede ser soltera o lesbiana con pareja.
En cuanto al perfil de este colectivo cabe destacar un cambio de tendencia. Hace unos años predominaban las mujeres gay con o sin pareja, mientras que el número de heterosexuales solteras hace 28 años era casi anecdótico. Ahora la gran mayoría de pacientes que acuden para recibir la reproducción asistida son mujeres solteras heterosexuales. En este punto también aparecen las parejas en las que uno de ellos es transexual, aunque son el perfil más minoritario.
En el caso de las parejas homosexuales es importante a efectos legales que acudan ambas a la hora de comenzar el tratamiento, ya que "la ley lo que establece es que si se firma en el documento previo que se es pareja de la otra persona al hacerlo y aceptar la inseminación con semen de donante se asume las obligaciones que tocan como si se estuviera casado", añade Martínez. Sucede lo mismo que en el ámbito heterosexual, "cuando una mujer llega con un señor no le pedimos el libro de familia", puntualiza.
La edad media de este colectivo es de 37 años, aunque "curiosamente", explica Castilla, la de las heterosexuales se ha mantenido mientras que a lo largo de los años se ha observado un incremento en la edad de las parejas lesbianas, no así en la de las solteras heterosexuales. También se aprecia un mayor índice de decisión en los últimos años en este colectivo. Otro ítem de este perfil es que, a partir de los 35 años, acuden mujeres que quieren tener hijos o que quieren congelar sus óvulos para ser madres más adelante.
Pese a lo 'negativo' biológicamente, la tendencia es que la edad media de estas mujeres es cada vez superior e irá subiendo, apuntan los profesionales, ya que está aumentando en todos los sitios.
Otra tendencia cambiante es el índice de decisión, en este caso, es el número de mujeres que acuden a consulta para informarse y que finalmente se trata. A principio de los años 2000 solo se trataba un 70% de ellas mientras que de un tiempo a esta parte, el 100% de las que acuden se deciden a empezar el tratamiento.
En cuanto a los intentos y la seguridad de acierto, según el registro nacional, con los últimos datos de 2015, en el tratamiento de inseminación con semen de donante, las mujeres mayores de 35 años -que son la mayoría de las que se tratan- tienen una tasa de embarazo por ciclo iniciado (cada una de las repeticiones) de un 20%, mientras que las que superan los 40 años solo tienen un 10%. El total de la población tiene una tasa por ciclo iniciado de un 20%.
"La inseminación con semen de donante da un 20% de acierto", este dato no es bajo, pues la tasa que tenemos los humanos está entre el 25 y el 30%. "La mayoría de gente piensa que es más sencillo, las pacientes ponen todas sus ilusiones en un ciclo, y en ese periodo que es muy complicado concebir. En cuanto a las repeticiones, según la norma andaluza, el SAS, pone como tope un total de cuatro intentos -ciclos- y las tasas de embarazo son de entorno a un 26% por pareja.
Actualmente cada paciente puede tardar en quedarse embarazada la inseminación de semen de donante alrededor de seis meses. En esta unidad la lista de espera no es como en otras especialidades. La tienen, pero no está supeditada a la falta de personal o exceso de carga de trabajo. Su lista de espera subyace al factor limitante del semen. "Si a nosotros nos dan más dinero o nos traen semen de otros bancos externos", lanza Martínez, se agilizaría la lista. A razón de la falta de material para inseminar, "la paciente tiene que esperar hasta que haya semen, y además de las características adecuadas para la señora. No vale cualquier semen".
Para acceder a este tratamiento es necesario atender a los factores excluyentes, que son apuntarse a la lista con más de 40 años o tener ya un hijo sano. Igualmente hay mujeres que se apuntan antes de cumplir esa edad y se tratan a los 41 años. Lo que hay que destacar es que la lista de espera de reproducción asistida es la misma para todas las mujeres independientemente de su sexualidad o estado civil.
El único banco de semen del sistema público andaluz que resiste
El Hospital del Virgen de las Nieves cuenta con un superviviente entre sus muros. Hablamos del único banco de semen del Sistema Sanitario Público que se mantiene activo. Además cuenta con una medalla adicional, es el tercero más antiguo de España, con 40 años de historia. El último que ha resistido tras el cierre de el que había en Sevilla. El del Virgen de las Nieves funciona de manera autónoma, este banco no recoge semen desde el resto de hospitales andaluces, pese a ser el único del SAS que se mantiene vivo. Trabajan solamente a base de quienes se acercan -en un horario limitado- a donar a cambio de una gratificación económica de 30 euros. Además de eso el hospital puede comprar semen externo, aunque explican los profesionales que es algo que no suele suceder con frecuencia. En este caso, el banco de donantes no tiene como única misión la inseminación, por lo que mantener uno solamente para eso no tiene mucho sentido, cuentan los facultativos para explicar por qué el resto de hospitales han acabado prescindiendo de los suyos. Otro de sus usos en este hospital de Granada, es la congelación de los espermas de pacientes oncológicos, -gente que va a tratarse de un cáncer y quiere congelar su semen antes-.
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Contenido ofrecido por Caja Rural Granada