Granada

Ir 'al otro barrio', un viaje caro que no baja de los 2.000 euros

  • Organizar un sepelio empieza a ser tan costoso que ya hay quien se plantea donar su cuerpo a la ciencia para ahorrar costes · El féretro se suele llevar casi todo el presupuesto del entierro

¿Ha pensado usted alguna vez en donar su cuerpo a la ciencia? Quizá, ni siquiera quepa en su imaginación hacer algo de estas características, pero no sería el primero en planteárselo. De hecho, algunas personas ya se han parado a reflexionar sobre el asunto y tal como advierten "con la cabeza fría", prefieren gastarse el dinero en un crucero por el Mediterráneo que en un nicho. Y es que en esta vida casi nada es gratis y menos morirse, un hecho que tarde o temprano visitará los hogares de los mortales y que al bolsillo le puede costar una media que oscila entre 2.000 y 4.000 euros .

Pero, como dice la célebre canción de Jarabe de Palo, "todo depende". El precio varía en relación al lugar en el que mueras, al tipo de ataúd que se elija, si se prefiere incineración, si se pone una esquela en un periódico nacional o local o si los ramos de flores son más o menos grandes.

En Granada, el precio medio de un sepelio ronda los 2.000 euros, una cifra nada despreciable, pero que comparado con lo que cuesta morir en ciudades como Madrid -donde se rondan los 4.000 euros- es más asequible.

Quienes optan por el entierro tradicional, deben saber que el nicho, la sepultura o el panteón, normalmente van a ser más caros que la incineración. De primeras, si se decide por la cremación, ya se ahorra los gastos de adquisición, alquiler o concesión de la sepultura, el trabajo de inhumación y la colocación de la lápida, contando con los cuales, difícilmente se podrá bajar de los 500 euros. Si se opta por la incineración tan sólo tendrá que reparar en los 30 euros por la urna para las cenizas, además de una cantidad por la cremación que puede rondar entre los 350 y los 500 euros.

Lo que sí es cierto es que hasta en los entierros se aprecia la clase social de la persona y esto se suele ver casi siempre en la elección del ataúd. Su precio medio es de 1.800 euros, pero se puede inclinar por el más barato de la beneficencia que costaría unos 450 euros o de los más lujosos que no bajan de los 3.000 y subiendo.

Existen una serie de gastos que son imprescindibles y que dependen en buena medida del estado de ánimo de los familiares y su disponibilidad. Se trata de optar por hacer determinados gastos burocráticos obligatorios o encomendarlos a una funeraria. Éstos consisten en obtener el certificado médico de defunción y realizar la inscripción en el Registro Civil del fallecimiento. Además hay que conseguir la preceptiva licencia de entierro o incineración. Las empresas funerarias suelen ofrecer estos servicios por un coste que fluctúa entre los 200 y los 300 euros.

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