Granada

Joan Carles March: "La vuelta a los bares debe hacerse de una manera muy exquisita y cautelosa en Granada"

  • El investigador y profesor de la EASP explica que para no recaer en nuevos brotes la vuelta a la 'nueva normalidad' debe estar muy vigilada y bajo normas claras

Joan Carles March: "La vuelta a los bares debe hacerse de una manera muy exquisita y cautelosa en Granada"

Joan Carles March: "La vuelta a los bares debe hacerse de una manera muy exquisita y cautelosa en Granada"

La vuelta a la normalidad o a la llamada nueva normalidad, es a día de hoy y bajo el paraguas social del coronavirus, la Ítaca soñada. Esta desescalada anunciada ayer por el Gobierno de España será progresiva y asimétrica por lo que el factor clave para determinar los detalles estará en la idiosincrasia de cada provincia. En este punto, Granada continúa siendo la provincia andaluza con mayor tasa de contagio por densidad de población y con capital como foco de contagios, unos datos que no acompañan al ánimo de poder disfrutar de la libertad perdida ni en su totalidad ni de manera inmediata.

El investigador de la Escuela de Salud Pública y eminencia científica, Joan Carles March plantea un escenario de extrema cautela donde todas las fuerzas se enfoquen en el control de la población cuando comiencen a llegar las fases de apertura para evitar los temidos rebrotes de la epidemia. El hecho de que Granada tenga unos datos más altos no es a priori el gran obstáculo para encarar las fases propuestas. El investigador que reconoce estas cifras, destaca que para superar la desescalada la monitorización es clave. "Hay que realizar un seguimiento y habrá que estar más pendientes de todo este proceso en Granada", sostiene.

"Yo siempre he pensado que el desconfinamiento tendrá que ser paso a paso. Es cierto que las situaciones económicas obligarán a ir abriendo poco a poco pero también es cierto que si no se abre y se revisa y se valoran los nuevos casos nos estaremos equivocando". 

March habla de un control epidemiológico que recaería sobre todo en el control del cumplimiento. Por ejemplo, en los bares, la situación se convertiría en algo mucho más frágil. "El tema de la hostelería necesita un planteamiento muy claro: cómo tiene que actuar cada bar y cada camarero, cómo tienen que hacerse ahora las tapas...". Esto obliga, sostiene, a que los camareros tendrán que hacer un servicio individualizado, un factor complicado y a tener en cuenta por lo que sentencia que "se tendrá que hacer de una manera muy exquisita porque si no puede haber un rebrote fácilmente". 

Esto no solo afectaría a los bares, existen multitud de facetas que se verán tocadas por 'la nueva normalidad' como por ejemplo una vuelta al trabajo en el que se respete la distancia de seguridad entre el personal. Ante esto el investigador se reafirma en que lo que debe darse es "un control normativo y sobre todo que la población tenga muy claras las normas fijadas porque de lo contrario nos equivocaremos". En este punto incide en la importancia de la letra pequeña, o sea, en las idiosincrasias de cada situación.

Otro aspecto a destacar está en el ámbito puramente científico. Explica que la epidemiología deberá vigilar de cerca los datos diarios y en función de eso "revisar los contactos de cada nuevo contagio". Ante esta fragilidad pone un ejemplo: "si en un bar por no cumplir las normas se dan contagios eso obligaría a revisar el tema de los bares al completo para evitar una marcha atrás". 

"Hay que hacer una monitorización muy estricta y saber qué está pasando en cada momento con el número de casos y contagios". En cuanto a la singularidad de esta provincia, March sostiene que "Granada, Sevilla y Málaga deberían tener medidas de vigilancia mucho más restrictivas". "Estamos en puntos de partida diferentes a provincias como Almería, por lo que obliga a un mayor control y a que el estudio de los casos de cada provincia tenga que valorarse de manera muy cercana".

Otro punto que destaca el profesor de la EASP es la exhaustividad en el estudio de los contactos ahora que se gozará de cierta libertad tras un confinamiento. "Si se empieza a abrir la mano a servicios determinados y no valoras los posibles contactos al final podríamos volver a tener una situación de incremento de casos anormalmente alto". 

Estas fases que acercan a la población a una libertad sigilosa llegan antes de que se conozcan los resultados del estudio serológico auspiciado también por el ministerio de Sanidad que nació con el fin de conocer el estado general de la pandemia en el país unificando criterios y pruebas a población general. Sobre esto, March apunta que "lo ideal para hacer un buen desconfinamiento es tener mucha información y por el momento solo hay el número de muertes, de test... no mucho más". Estos resultados, dice, "nos dirían algo que afecta al confinamiento en cuanto a saber el nivel de inmunidad de cada provincia y eso daría muchas pistas". 

Otro factor a tener en cuenta para March es que la presión para iniciar una desescalada no llega tan solo por parte de la economía del país para evitar que haya más daño, también dice que "hay que pensar en el estado de las personas durante el confinamiento". Se refiere a la salud mental, que "si no se cuida ahora, habrá muchos problemas más adelante". 

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