Juan Manuel de Aréjula y Pruzet, médico de la Armada

05 de enero 2015 - 01:00

MÉDICO y cirujano de la Armada Española, catedrático de Química y eminente epidemiólogo, Juan Manuel de Aréjula nació en Lucena (Córdoba) el 25 de junio de 1755. Hijo de Juan de Aréjula y Burgos, natural de Fitero (Navarra) y de Francisca Pruzet y Bade de origen francés, fue bautizado en la iglesia de San Mateo de Lucena. Murió en Londres el 16 de noviembre de 1830.

En 1772, acabados de cumplir los 17 años, ingresó en el Real Colegio de Medicina y Cirugía de la Armada de Cádiz con el fin de estudiar Medicina. A los tres años fue nombrado Practicante de la Armada, participando en la expedición de Argel, al mando del conde O´Reilly, y que lamentablemente terminaría en un auténtico fracaso militar. En esta campaña, Aréjula se distinguió por su gran profesionalidad en la asistencia a los enfermos. Se reincorporó a las aulas del colegio para terminar sus estudios, logrando su graduación como segundo cirujano de la Armada en mayo de 1776, siendo destinado de inmediato a la fragata 'Libre'.

En agosto del citado año fue relevado del cargo por enfermedad, hasta marzo de 1777 que se reincorporó al servicio, destinado a la fragata 'San Miguel' de escolta de los navíos de comercio con destino a Veracruz (Virreinato de Nueva España). Regresa a Cádiz en abril de 1778, y al mes siguiente recibe la orden de incorporarse a la fragata 'Rosa'.

En abril de 1781 se embarca en Cádiz en el navío de guerra 'Santo Domingo' que zarpó con destino al puerto de La Habana, participando en diferentes operaciones militares y sanitarias. En julio de 1783 es nombrado Cirujano de primera, y embarca a bordo del navío 'San Gabriel' para regresar a la Península, arribando al puerto de Cádiz en agosto, siendo desembarcado por enfermedad, permaneciendo en esa situación hasta el mes de enero del año siguiente que es destinado al Departamento Naval de Cádiz, ya que en lo sucesivo no podría volver a navegar por motivos de salud, diciendo adiós a su vida de navegante.

En 1784, se le destina a París con una misión muy diferente a las anteriores "ampliación de estudios y perfección de sus conocimientos en Química, en el laboratorio de química de la Universidad del Jardin du Roi, con el eminente profesor Antoine Francois de Fourcroy, catedrático de la citada asignatura, del que llegó a ser su discípulo predilecto".

Aréjula colaboró en los cursos de Fourcroy, mientras éste preparaba junto con Lavoisier, Guyton de Morveau y Berthollet la publicación de la nueva nomenclatura. Vivió intensamente la revolución metodológica de Lavoisier, asistiendo al surgimiento del proyecto de la reforma terminológica (1787), asimilando las ideas revolucionarias del momento, que aceptó críticamente. En 1787, estando en París, recibe la notificación de su ascenso a primer Cirujano de la Armada.

En 1788 publica sus Reflexiones sobre la nueva nomenclatura química, y en junio de 1789 asciende a Ayudante de Cirujano Mayor, con asignación a la clase de Química. En octubre se le ordena que se traslade a Inglaterra y Escocia para adquirir el material de laboratorio necesario, y la máxima información posible, para equipar el laboratorio de química de la Cátedra que va a dirigir en el Real Colegio de Cirugía de la Armada de Cádiz.

Regresa a España en 1791, y de acuerdo con una R.O. de 20 de septiembre, el Rey determina que quedará adscrito al Departamento Real, libre de todo servicio de hospitales y Colegio, a excepción de las ocupaciones respectivas a las clases de Química. Se presenta en Cádiz para hacerse cargo de la cátedra de Química, acto que no pudo llevar a cabo, ya que por falta de presupuesto, todavía no se había construido el laboratorio. La carencia de laboratorio hizo que, en abril de 1793, se le asignara la Cátedra de Materia Médica y Botánica por fallecimiento del titular.

En octubre de 1795 lee un discurso, en el Real Colegio de Medicina y Cirugía sobre la necesidad de la quimia, en la teoría y práctica de la medicina. Desde 1796 explica Materia Médica y Arte de Recetar y a partir de 1799 lecciones de Elementos de Química y en varias ocasiones, de forma especial, tuvo que pasar consulta en el hospital por el gran recargo de enfermos.

Entre 1801 a 1804, la presencia de fiebre amarilla en Andalucía pone punto final a la actividad de Aréjula en el campo de la química, ya que por una R.O del 1801, fue destinado a la ciudad de Medina-Sidonia y posteriormente a la de Málaga por cuenta de la Junta Suprema de Sanidad, para combatir la terrible epidemia. En esta campaña sanitaria Aréjula, mostró sus dotes como patólogo y epidemiólogo. Su destacada actuación fue recompensada con los honores del nombramiento de Médico de Cámara de la Corte de S.M. Carlos IV. En febrero de 1805, una vez finalizada su misión, regresó a su cátedra de Cádiz siendo nombrado Vice-director del Real Colegio.

En 1806 publica un opúsculo titulado Breve descripción de la Fiebre Amarilla-Padecida en Cádiz y pueblos comarcanos en 1800, en Medinasidonia en 1801, en Málaga en 1803 y en esta misma plaza y varias otras del Reyno en 1804, de gran interés entre la clase médica.

De acuerdo con una orden del Capitán General de la Provincia fue nombrado Jefe Facultativo de la Junta de Sevilla con destino en el Ejército de Andalucía, participando en la memorable Batalla de Bailén, el 19 de julio de 1808.

Continuó en su destino en el Ejército de Andalucía hasta mediados de 1809, y a propuesta del General Castaños, el 20 de junio de 1809 fue nombrado por la Junta de Sevilla Médico de Cámara con plaza en propiedad.

En 1811 se restablece el Tribunal del Protomedicato con la nueva denominación de Tribunal Supremo de Salud Pública y Aréjula es nombrado su presidente. Su colaboración con las Cortes de Cádiz y su carácter liberal, llevó a que los grupos reaccionarios y conservadores le consideraran un enemigo e hicieran todo lo posible para marginarle profesionalmente.

Su prestigio profesional y progresista le llevó en 1821, durante el llamado Trienio Liberal, a formar parte de la Dirección General de Estudios, que fue el organismo que sustituyó al Protomedicato en los temas relacionados con la enseñanza, desde la que se dedicó a impulsar y organizar la reforma de los estudios de Medicina, en la línea apuntada por las Cortes de Cádiz, en el sentido de unificar las tres ramas en las que estaban divididos: Medicina, Farmacia y Cirugía.

En 1823 se acaba el periodo constitucional, al hacerse cargo del Poder Fernando VII e implantar un régimen absolutista, comenzando con una terrible represión contra todo lo que significase liberalismo. Aréjula, ante tal situación, logró pasar a Gibraltar y desde allí a Londres donde estableció su residencia.

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