Juan Tomás Martín, en la lista de acreedores del Centro Lorca

La auditoría de las cuentas del Centro Lorca revela una paradoja: Juan Tomás Martín, exsecretario de la Fundación del poeta y autor confeso del desfalco millonario durante la construcción del edificio en La Romanilla, figura en la lista de acreedores según el estudio realizado por el Registro de Economistas Auditores. Concretamente, el Consorcio del Centro Lorca le 'debe' más de 36.000 euros por servicios de asesoramiento y apoyo técnico a través de su empresa Desarrollo del Territorio y Sociedad del Conocimiento (DTSC). La auditoría cifra en 3,8 millones el dinero que se 'extravío' durante la construcción del edificio de La Romanilla, aunque Martín también se declaró responsable del crédito de 4 millones que la Fundación pidió a la Caixa y del que no hay rastro. En total recibió 21,4 millones de ayudas públicas, de los que sólo se han conseguido justificar 17,6.

Deudor y acreedor al mismo tiempo, el que fuera mano derecha de Laura García-Lorca durante una década facturó 448.016 euros cuando las obras en La Romanilla estuvieron paradas entre 2011 y 2014. Según señala la auditoría, durante este periodo se siguieron emitiendo facturas por parte de la empresa de Juan Tomás Martín como si los trabajos estuvieran en plena ebullición, aunque la realidad es que las puertas estaban cerradas a cal y canto y no había ni rastro de obreros. No obstante, estas facturas se emiten el 1 de abril de 2015, a pocos meses de la primera fecha que se dio para la apertura del centro, el 4 de junio, aunque finalmente se inauguró el 29 de julio. "En el periodo en el que la obra ha estado paralizada no se pueden considerar como gastos de construcción los servicios prestados por la oficina técnica del proyecto", resuelve la auditoría que también desvela multitud de facturas que eran abonadas a la empresa de Juan Tomás Martín antes de emitirse. En total, Desarrollo del Territorio y Sociedad del Conocimiento facturó más de 1,7 millones de euros al Consorcio del Centro Lorca, abonados religiosamente excepto 36.000 euros.

Mientras, en la lista de acreedores hace cola Ferrovial, la empresa que llevó a cabo la construcción del edificio y a la que se le adeudan aún 1,5 millones por la ejecución de la obra civil y 330.000 euros por la integración de la churrería en el proyecto final. En total, Ferrovial facturó 14,2 millones, de los que ha cobrado 12,3. El estudio de arquitectura Mexican and Slovenian Architects, responsable del proyecto, también tiene pendiente de pago una cifra que ronda los 190.000 euros, mientras que a Antonio Navarro se le adeudan 183.000 euros de los 480.000 que facturó por la dirección y control de la obra. Por su parte, la empresa Coteba-Argos emitió 996.000 euros, de los que todavía no ha cobrado más de 211.000.

La auditoría también detalla las distintas aportaciones que hicieron las instituciones para levantar el centro que se erigió para albergar el legado del poeta que todavía se custodia en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Concretamente fueron 11,1 millones de la Junta, 2,7 del Ministerio de Cultura, 1,4 del Ayuntamiento, casi 500.000 euros de la Diputación y 5,6 procedentes de los Fondos Feder. Otros datos que desvela el informe económico es que el mobiliario y el montaje de las gradas costó 645.000 euros, que se han abonado 238.000 euros a Endesa o que se han pagado 548.000 euros al Ayuntamiento en concepto de tasas e impuestos.

A día de hoy, y mientras se dirime en los Juzgados de Plaza de Castilla de Madrid la denuncia que Laura García-Lorca presentó contra su exsecretario por apropiación indebida y estafa, Juan Tomás es uno más de los acreedores del Centro Lorca de La Romanilla.