La Junta ha tardado tres años en iniciar los trámites para averiguar si se puede cumplir una de las grandes promesas y reivindicaciones de la provincia de Granada en materia de infraestructuras. El mes pasado encargó por fin a una empresa privada la elaboración de un estudio que determinará si es viable la construcción o no de una línea de ferrocarril que conecte Granada con la Costa.

En enero de 2006 el consejero de Presidencia de la Junta, Gaspar Zarrías se presentó en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) con una buena noticia para Granada. Se iba a incluir el tren de Motril en el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), después de que la Administración autonómica hubiera recibido una avalancha de alegaciones al borrador inicial de ese documento que orienta las grandes inversiones futuras de Andalucía y que no incluía la conexión ferroviaria de la Costa granadina con el interior.

"Va a ser una realidad la unión de las capitales de Jaén y Granada (ya se había encargado ese estudio unos días antes) por vía ferroviaria, así como hasta Motril. Va a servir de eje de articulación para ambas provincias y va a servir para dar salida a los productos de la Costa y, en especial, del Puerto de Motril". Estas fueron las palabras triunfales del consejero de la Junta en 2006.

Desde aquel día hasta ahora. En estos tres años ha habido reclamaciones por todas partes al cumplimiento de la promesa de Zarrías. El Ayuntamiento de Motril remitió a la Consejería de Obras Públicas un acuerdo plenario en el que exigía alguna medida para llevar a cabo uno de los proyectos que todas las fuerzas políticas, sociales y económicas coinciden en considerar como clave para el futuro de la segunda urbe de la provincia.

El pasado 4 de marzo de 2009 la empresa pública Ferrocarriles de Andalucía adjudicó a la firma Ineco el contrato para determinar las soluciones de conexión ferroviaria con el Puerto de Motril. Esto en la práctica significa que el estudio de esta empresa servirá para dilucidar si la construcción de este tren es viable.

El trabajo encargado, que costará 434.000 euros (frente a los 700.000 presupuestados para ello en 2006) tendrá que valorar las grandes dificultades orográficas que se dan en la zona, lo que ha convertido los proyectos de las autovías de la Costa en un trabajo sin fin.

La Diputación de Granada ya encargó un estudio sobre la posible construcción de esta infraestructura hace unos años y en él se constataban los problemas del terreno, si bien los técnicos propusieron varias alternativas de trazado.