Para afrontar el problema la Consejería de Medio ambiente tiene vigor el Plan de Prevención y Gestión de Residuos Peligrosos de Andalucía 2004-2010, con el que se han realizados grandes avances en la materia, pero que, sin embargo, arroja algunos datos "poco alentadores", según afirmó en su día el consejero del ramo, José Juan Díaz Trillo. Por ello ya se trabaja en un nuevo plan para 2011-2020.

Este plan, un documento marco que recogerá la estrategia general, será una realidad en verano y en su redacción, a cargo de una comisión, están interviniendo tanto los especialistas de la Medio Ambiente como representantes de las consejerías de Gobernación y Justicia; Hacienda y Administración Pública; Economía Innovación y Ciencia; Agricultura y Pesca; Salud y Obras públicas y Viviendas.

El objetivo del plan será la disminución de vertidos y residuos peligrosos, la utilización de materias primas secundarias para reducir el consumo de recursos naturales, el fomento del reciclaje y las tecnologías limpias.

Uno de los puntos fuertes del plan serán las campañas de sensibilización y formación empresarial, la colaboración de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y el fomento de acuerdos voluntarios, así como programas específicos de control y seguimiento de las actuaciones.

Una vez que se termine la redacción del documento será sometido a un proceso de información pública para que los colectivos implicados y los ciudadanos puedan opinar sobre el mismo.