La Universidad de Granada verá mermado su presupuesto tras la decisión de la Junta de recortar en 135 millones la aportación que realiza a las universidades públicas de Andalucía. Sobre este total, un 22% le corresponde a la institución granadina, según indicaron fuentes de la Oficina de Gestión de la Comunicación. Esto supone 29,7 millones de euros menos a percibir en este 2020.

La Junta es la principal financiadora de las universidades públicas andaluzas y, por lo tanto, de la UGR. En los meses previos a la crisis del coronavirus la institución luchaba por un nuevo modelo de reparto que tuviera en cuenta la especificidad de la UGR, una universidad con casi cinco siglos de historia. El modelo de financiación ya fue objeto de debate con el anterior Gobierno de la Junta, presidido por el PSOE, y ahora sigue con el bipartito entre PP y Ciudadanos, Ejecutivo ante el que la Universidad reclama que se premie el rendimiento y no se vaya 'al peso'.

A inicios del curso académico, la rectora, Pilar Aranda, manifestaba que la UGR requería de más financiación, una petición que no era nueva. El aumento de fondos se ha llegado a cifrar en torno a los 45 millones de euros, según indicó la rectora en una entrevista concedida en septiembre de 2018.

En los últimos meses se avanzó en el modelo de reparto (que no de financiación) de los fondos destinados a las universidades. Tras las reuniones entre los rectores andaluces y el consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco, la cuestión parecía favorable a los intereses de la UGR, según reconocía la propia Aranda.

En la nota remitida por la Consejería se detalla que "se ajustarían 135 millones de presupuesto inicialmente previsto para 2020, cuantía que se compensará por la aportación de idéntica cantidad de los denominados remanentes no afectados", una medida que la Junta ya puso sobre la mesa.

Tras conocerse la decisión del recorte, la UGR indicó que "reconociendo la gravedad de la situación, y desde el más profundo sentimiento de solidaridad con respecto a todos cuantos han sufrido las consecuencias físicas y económicas de esta grave pandemia, la Universidad de Granada considera una muy mala noticia que una parte tan importante del necesario reajuste presupuestario autonómico recaiga sobre el sistema universitario público andaluz". Además, señaló que "entiende que corresponde precisamente a la Universidad Pública un papel fundamental en la reactivación económica y en la búsqueda de soluciones a esta situación desde las distintas áreas de conocimiento".

La institución apostilla que "preocupa además la sostenibilidad del sistema educativo y de generación de conocimiento en general, y del sistema universitario público andaluz en particular, que ya venía arrastrando dificultades presupuestarias desde hace años. Por otra parte, el gran peso de la Universidad de Granada en la economía provincial, lleva a pensar además en un importante impacto negativo, que podría dificultar especialmente la recuperación social y económica de la provincia de Granada".