Desde primera hora de la mañana, el kiosco número 71 de Plaza Nueva ha sido el epicentro de la felicidad en Granada. El Chalo ya se ha convertido en uno de los clásicos de Navidad, y su suerte comienza ya incluso a compararse con la de grandes administraciones como Doña Manolita o La Bruixa D'Or. Hasta incluso superarla. En un día en el que la suerte ha llegado en forma de cuatro Quintos Premios, el Segundo y el Gordo, los Pacos y su "mano bendecida" han sido los encargados de repartir ellos solos más de un millón de euros.

Y es que este kiosco ha hecho historia en la Lotería de Navidad. Ha vendido seis de los 13 grandes premios del sorteo de 2023, convirtiéndose así en el punto de venta que más premios ha dado este año de toda España. Que se dice pronto. Una suerte trabajada durante los años de regencia del Chalo, y que ahora disfrutan Paco Bartolomé padre e hijo, suegro y nieto del mítico vendedor. En total, más de un millón en premios, puesto que han vendido un décimo del primero y el segundo, y siete décimos de los Quintos. "Me van a llamar El Señor de Los Quintos", se reía Bartilomé hijo.

Ha sido un póker de Quintos premios el repartido en la céntrica plaza de la capital, los de los números 88.979, 1.568, 86.007 y 93.361. Mientras caían los premios, los protagonistas de la jornada se veían valientes y pedían más. "No nos conformamos, esperamos los grandes", decían entre risas a todos los congregados alrededor del establecimiento. Y menuda petición hacían.

Faltaba la traca final... a las 13:02, salía el Segundo... el 58.303. Y a las 13:16 horas, convirtiéndose en el más tardío de la historia... el 88.008. Y también dejaban un buen pellizco en Plaza Nueva. Por segunda vez consecutiva, el mayor premio visitaba este establecimiento. Una mañana redonda de felicidad compartida por los regentes del kiosco, los vecinos, los curiosos... y los medios de comunicación, que no se han movido de la zona en ningún momento.

Empezó pronto la alegría con el primer Quinto Premio, poco antes de las diez y cuarto con el 88.979, del que vendieron cuatro décimos por máquina. Luego siguió con uno de esos números que no suele ser atractivo, pero como el azar manda, también cae: el 1.568, que tocó sobre las 10:45. Apenas un cuarto de hora más tarde, con todos los medios en el conocido kiosco, llegó el 86.007 y se desataba la locura. Por si fuera poco, antes de mediodía llegaba el cuarto "gol", otro Quinto Premio con el 93.361.

"Da mucha ilusión ser la persona que reparte tanto dinero y tanta suerte, a sea quien sea que nos compre. Nunca sabemos a quién le toca, nadie nos ha venido a darnos las gracias, pero nosotros estamos felices sabiendo que hemos hecho la vida un poco más fácil a alguno de nuestros clientes", decía con una sonrisa perenne Paco Bartolomé padre, entre abrazos y felicitaciones de vecinos.

Lo que no se imaginaban ni ellos ni nadie era que tendrían que agitar el cava, el champán y la cerveza dos veces más. Después de regar a fotógrafos, cámaras de televisión y periodistas congregados hasta cuatro veces, y hacer una pequeña parada para comprar más espumoso "por si acaso", era momento de la traca final. 

El éxtasis del Gordo y el Segundo premio

Gracias a los periodistas que se congregaban en Plaza Nueva, a las 13:02 se enteraban de que también habían repartido un décimo del Segundo premio, y estallaba la locura. Mientras se abrazaban y celebraban, y el delegado de Loterías les hacía entrega del cartel conmemorativo, daban las 13:16 en el reloj, y el Gordo volvía a visitar Plaza Nueva. El 88.008 se sumaba al 05.490 del año pasado, y juntos hacían que el primer premio se haya repartido en dos años consecutivos.

"Hoy nos hemos coronado. Nos lo tomamos con mucha humildad. Nada más que llevar el dinero a quien nos compra para nosotros es toda una satisfacción. Pero hacer doblete de Gordos era algo que no me esperaba ni en sueños", decía con los ojos llorosos Bartolomé padre, acordándose de los esfuerzos de su suegro Chalo para conseguir ser punto de venta autorizado de Loterías años atrás.

El dueño de un bar cercano aparecía entre la multitud de curiosos y prensa para darle un barril de cerveza. "Toma, tu gordo", le decía riéndose. Bartolomé hijo le pegaba un cartel con el 88.088, lo levantaba como si de un trofeo se tratase, y la alegría se desataba en la plaza, que se quedaba pequeña para felicitarlos.

La fama ya los ha convertido incluso en internacionales. "Ha venido mucha gente de fuera, muchos de aquí y muchos de fuera. Hasta gente de Corea y del otro lado del charco se han llevado décimos. Granadinos que viven en Alemania y se llevan participaciones también... vamos a hacernos famosos en el mundo entero", sonreía Paco Bartolomé hijo.

El incremento en las ventas lo nota también Bartolomé padre. "Estamos vendiendo mucho, y desde ahora mucho más, porque como dice una señora que siempre viene por aquí, parece que tenemos la mano bendecida, y yo creo que es así. Cinco años seguidos dando premios, y el doblete del Gordo... eso no se ve muchas veces", decía.

Una agresión que quedó en nada

La historia de los Bartolomé y del quiosco de El Chalo dio un vuelco a finales de septiembre del año pasado, en 2021, cuando dos personas indigentes dieron una paliza a Paco Bartolomé senior y a su hijo. Los golpes, que llegaron a plena luz del día y tras ser apedreado por estas personas, le dejaron costillas rotas y días de convalecencia en el hospital.

El quiosquero recordaba con cierta amargura el trágico episodio del que, por suerte, están recuperados. "Mi hijo se llevó una brecha en la cabeza, yo tuve cinco costillas rotas y estuve dos meses en el hospital". Pero, pese a esto, el mal trago está superado. "Fue doloroso, pero está visto que algo te compensa Dios estos premios".

Aquello lo sufrieron mucho, "pero la suerte, el karma, Dios o lo que sea nos ha compensado desde entonces", reconocen los propietarios. Desde aquel fatal episodio, entregaba dos quintos premios en 2021, dos décimos del Gordo de 2022, y ahora suma estos seis premios en 2023.

"El agresor quedó absuelto totalmente, por desgracia. Se pasea por aquí de vez en cuando, nos mira, se ríe... Bajo mi punto de vista no se hizo justicia. Pero el destino nos lo ha compensado por otro lado, y estamos muy agradecidos de ser nosotros quienes repartamos la suerte", han asegurado Los Bartolomé, que ya preparan la Lotería del Niño con ilusión y con ganas de seguir siendo el vehículo de los premios de Granada capital.