Aromas y sabores
  • Escapadas lejanas y cercanas: La Santa Market en Santa Cristina d’Aro (Gerona) es una opción de ocio para el visitante de la Costa Brava en el que la gastronomía tiene un papel muy relevante

La Santa: el evento gastronómico y de ocio en la Costa Brava

La Santa market La Santa market

La Santa market

Escrito por

Margarita Lozano

La Santa abrió sus puertas el pasado 15 de julio y se clausurará el próximo 28 de agosto. Si su destino de vacaciones es la Costa Brava, este es un evento al que no pueden faltar.

Cada día, de 18:00 a 01:00 horas, se ha podido y se puede seguir disfrutando de música, gastronomía, actividades infantiles, talleres, showcookings, moda, artesanía y mucho más.

Al cierre se habrán desarrollado más de 250 actuaciones musicales gratuitas durante todo el verano en ocho escenarios diferentes, y de más de 60 puestos rotativos de moda, complementos y artesanía y una oferta gastronómica profusa y solvente en el corazón del Empordà. Estos son algunos de los numerosos encantos de La Santa, pero no los únicos. Es un lugar en el que pasar las noches de verano en alguna de sus hermosas terrazas dispersas por el espacio, y todo el mundo encontrará en La Santa una actividad a medida gracias a una agenda frenética, efervescente y atractiva a partes iguales.

En La Santa encontramos desde actividades infantiles (empezando por un pony club, siguiendo con un helicóptero y un sinfín de talleres) hasta un certamen de talentos musicales (el New Talent La Santa by MINI), que el día 26 de agosto culminará con una gala final de lujo para escoger el ganador de 2022 y que contara con las actuaciones de David Res y Gavin Moss.

Música, copas y un ambientazo que no puede explicarse: ¡hay que vivirlo!

Hablamos con el director y alma mater de La Santa, Julio Rico, que celebra con esta sexta edición el fin de las restricciones y, con ellas, de dos ediciones muy complicadas (la de 2020 y 2021) en las que, no obstante, tanto él como su equipo apostaron firmemente por seguir abiertos pese a las dificultades.

Francisco Miralles, Gerente en Cataluña de González Byass -en el centro- con los chicos del stand de Cavas Vilarnau Francisco Miralles, Gerente en Cataluña de González Byass -en el centro- con los chicos del stand de Cavas Vilarnau

Francisco Miralles, Gerente en Cataluña de González Byass -en el centro- con los chicos del stand de Cavas Vilarnau

La Santa cerró la última edición con un récord de visitantes, 160.000 en todo el verano. Él nos explica cómo nació y se hizo realidad este maravilloso proyecto. "La parte más romántica del proyecto es su verdadera vocación gastronómica pero sobre todo de concepto. Lo que buscábamos era generar una verdadera experiencia gastronómica muy diferente que al principio costó encajar pero que ha terminado siendo un rotundo éxito. Tu página se llama Aromas y Sabores –me dice Rico– y nosotros buscábamos aromas, sabores, colores y notas musicales".

Yo la definiría como una experiencia sinestésica… A lo que Rico señala: "Si, de todos los sentidos mezclados, en el más absoluto desorden ordenado. Lo que buscábamos era recrear cómo se podía comer en un mercado en el siglo XVII o en el siglo XVIII, cómo a lo largo de la historia hemos comido, convivido y generado una experiencia social comiendo. Siempre he creído que la relación entre la gastronomía y la interacción social es importantísima. Vamos a comer con amigos porque al final nos interrelacionamos y compartimos. Por ello queríamos recrear un entorno en el que cualquier tiempo pasado fue mejor. ¿En qué sentido? En el de la relación humana. Intentábamos que la gente se relacionara entre ella, que hubiera una muestra de todas las culturas gastronómicas mezcladas, incluso desordenadas. Me puede interesar tener un libanés exquisito con un kebab de ternera de angus para entender la diferencia entre cocina libanesa de verdad que puede convivir con un restaurador al lado que hace algo totalmente diferente, y así mezclar olores, sabores, colores… Cuando empezamos, el mundo de la Santa Market se basaba en los food-tracks, y nosotros siempre hemos huido de esa figura. Los consideramos elementos decorativos que dan una nota de color pero no recreaban la forma en la que nuestro ADN está programado para comer. En este sentido, yo empecé a desarrollar ideas para recrear cómo hemos comido los últimos diez millones de años. Siempre hemos comido de forma grupal, nadie comía solo. En la tribu comían todos juntos, a la misma hora. La comida se hacía en el suelo, lo que hacía que siempre esperáramos la comida en una posición mirando hacia abajo, nunca hacia arriba. Siempre ha estado vinculada con el fuego, por lo que siempre ha habido un show-cooking, siempre veíamos lo que íbamos a comer. Siempre hemos comido con las manos, y no con una sino con dos, lo mismo un hombre del Paleolítico que un romano, que un soldado de Napoleón, que un soldado de la Guerra Civil española. Hace menos de 80 años que han cambiado los hábitos, el tenedor no se popularizó hasta hace 70 años. Buscamos cómo recrear todo esto en un formato y entonces creamos los food-corners y los food-stors, que son estos puestos de madera en los que el show-cooking está garantizado ya que vemos lo que nos están preparando, donde esperamos la comida en una posición de pié mirando hacia abajo, no en un food-track en una fila india con la cabeza levantada mirando hacia una ventana, en posición circular como siempre se ha hecho, nunca se ha hecho en fila. Imagínate unos soldados romanos hambrientos o una tribu neolítica esperando la comida en fila india… Pero además había que aportar algo que le diera más genética, y era que el entorno fuera en la naturaleza y al aire libre. Al principio nos decían que estábamos locos, pero lo del food-track era antinatural, esperando en fila india, sin ver lo que íbamos a comer, mirando hacia arriba delante de una ventanilla… Y luego es muy importante lo de comer con las manos. ¿Por qué nos gusta una barbacoa con amigos? Porque estamos viendo lo que vamos a comer, mirando hacia abajo al fuego, porque vamos a comer con las manos, porque vamos a comer todos juntos y vamos a relacionarnos. Y esta es la filosofía gastronómica de La Santa"

Ambiente en La Santa Ambiente en La Santa

Ambiente en La Santa

Y añade: "La Santa es un proyecto muy joven, que potencia el talento, la creatividad. Hay un restaurante que da cabida a los jóvenes cocineros con la colaboración del Basque Culinary Center de San Sebastián. Todo esto regado con buenos vinos y aquí lo hemos conseguido con la colaboración del Grupo González Byass, cuya gama de vinos de varias DDOO españolas, nos permite tener vinos cubriendo buena parte de la geografía española".

La Santa es más que gastronomía. Es un experimento social.

Ya saben: aún quedan 15 días para visitar y disfrutar de este original evento.

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