Ladridos de protesta

En la misma semana en la que el Ayuntamiento de Granada anunció una nueva legislación muy restrictiva con los animales domésticos, más de 300 personas salieron ayer a la calle acompañadas de sus perritos para reivindicar una normativa que proteja a los animales. Así, ataviados con abriguitos de colores, jerseys y hasta bufandas, los animales recorrieron el centro de la capital acompañados de sus amos en una manifestación convocada en toda España.

A esta cita, que contó con auténticos ladridos de protesta, estaban invitadas todas aquellas personas que quisieran manifestarse contra el maltrato animal y exigir una ley firme que los ampare y proteja. Eso sí, con una serie de normas diferentes a las de una manifestación habitual, pues durante todo el trayecto, que comenzó en el Triunfo, los animales debían ir atados y sus dueños llevar bolsa para recoger sus excrementos.

Entre las reivindicaciones principales que hicieron los manifestantes, destaca la creación de una norma que los proteja de las conductas violentas, del abandono y las agresiones, que sufren con asiduidad. "Hay dueños de podencos o bodegueros que si ven que el perro no caza lo abandonan o lo ahorcan", explica Nerea Castro, una de las organizadoras.

Castro está totalmente indignada con la alta tasa de abandono que sufren los animales, pues muchos dueños, cuando no quieren tener cachorros, los sueltan en cajas en cualquier sitio o los tiran a la basura. "También estamos en contra de la venta de animales", remarca Castro, y más teniendo en cuenta que "en los refugios y las asociaciones hay cientos de animales que al no encontrar dueño son sacrificados". Por ello, Castro, al igual que otros muchos manifestantes, está a favor de la esterilización, pues es la única forma de controlar los nacimientos, pero también de las adopciones "ya que habiendo perros y gatos en los refugios no se entiende que nadie los compre".

Por último, Castro anunció que ella y sus amigas tienen previsto emprender más acciones reivindicativas en caso de que el Ayuntamiento termine por aprobar la nueva legislación que por ejemplo, prohíbe la tenencia de más de tres animales en una vivienda. "Yo misma y mis compañeras incumplimos esa ley", explica Castro totalmente indignada, más teniendo en cuenta que sus perros han sido rescatadas de las calles, en cierto modo en un afán por hacer un bien a la sociedad. "Los perros no pueden estar sueltos por la calle, no sólo se mueren de hambre si no que además pueden provocar accidentes de tráfico", insiste Castro que considera que en Granada, lo que verdaderamente hace falta es la creación de nuevos refugios capaces de soportar la enorme tasa de abandono de la provincia.

Sólo en 2013, los trabajadores municipales atendieron 2.330 llamadas telefónicas que alertaban de la presencia de animales abandonados. Igualmente, se recogieron 915, la mayoría perros. Los que poseen algún sistema de localización disponen de 10 días para que su dueño lo recoja. Pasado ese plazo, se dan otros tantos para que tengan la posibilidad de ser adoptados. Si, no es así, los animales son finalmente sacrificados.