Granada

Liberan a cuatro mujeres obligadas a prostituirse las 24 horas y vender coca

  • Fueron engañadas por una banda que les prometió un trabajo en España

  • Controlaban incluso sus conversaciones con los clientes

Las mujeres han sido acogidas por una ONG.

Las mujeres han sido acogidas por una ONG.

Les prometieron un empleo digno fuera de su país. Un futuro prometedor en España donde trabajarían como camareras o cocineras. Sin embargo, al llegar a España comenzó la pesadilla. Quienes les tendieron la mano para entrar las obligaron a prostituirse las 24 horas del día en viviendas y hoteles. Gracias a la Policía Nacional estas cuatro mujeres, víctimas de la trata, han sido liberadas en Granada. Todo, después de haber vivido un auténtico infierno bajo el control de una banda que controlaba cada uno de sus movimientos. Las llevaban y traían a las casas de los clientes. Nunca estaban solas. No tenían descanso hasta que la Policía Nacional ha logrado desmantelar a la banda dentro de una operación bautizada por los agentes Galán.

Según han indicado los agentes a través de un comunicado, la investigaciones se iniciaron gracias a una llamada al teléfono contra la trata 900 10 50 90 que desembocó en una operación efectuada en Granada el pasado mes de febrero en la que una menor extranjera de 16 años fue liberada y detenidos los seis presuntos integrantes de esa organización, uno de los cuales ingresó en prisión.

Fruto de la continuación de las investigaciones se ha liberado a estas cuatro mujeres de nacionalidades venezolana y dominicana que previamente habían sido captadas y engañadas en su país con una oferta de trabajo falsa para trabajar como camareras-cocineras en un restaurante, haciéndose cargo la organización de los gastos del viaje. Al llegar a España las trasladaron a Granada, en donde nada más llegar les retiraron el pasaporte y les exigieron el pago de una deuda que rondaba los 5.000 euros por haberlas traído, cantidad que se debía saldar obligatoriamente mediante el ejercicio de la prostitución en condiciones de explotación absoluta, pues debían estar dispuestas las 24 horas al día, los siete días de la semana.

Los servicios sexuales, que se ofertaban a través de distintas páginas web de contactos, se hacían tanto en la vivienda unifamiliar objeto de la actuación policial ubicada en Armilla y dedicada a "casa de citas", como en salidas a domicilios particulares u hoteles de la ciudad.

Escapar no era sencillo. Las víctimas estaban sometidas a un férreo control de la organización, que las controlaban en todo momento, llevándolas y recogiéndolas cuando hacían servicios fuera de la casa. Además, no les dejaban tener teléfono e incluso controlaban lo que hablaban con los clientes para evitar que se conociera su lamentable situación.

En la vivienda unifamiliar, cuyo sótano había sido habilitado para este tipo de actividades y contaba con dos barras de bar y una barra americana, también se las obligaba a ofrecer cocaína a los clientes, habiendo sido identificado y detenido el individuo que les suministraba la droga.

La Policía del Grupo UCRIF de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Granada efectuó los dos registros domiciliarios en Armilla, uno de ellos en la mencionada vivienda. En uno de los dos registros domiciliarios practicados en Armilla, los agentes se incautaron de 260 euros en metálico, 230 gramos de cocaína dispuesta para su venta en envoltorios, 10 gramos de cristal y documentación relacionada con la investigación. Los integrantes de la organización han sido puestos a disposición de la autoridad judicial, que decretó el ingreso en prisión de todos ellos, mientras que las cuatro víctimas han sido acogidas por una ONG para empezar, de verdad, una nueva vida.

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