Libertad con cargos para un miembro de Al Qaeda por traficar con tabaco

Miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera de Granada detuvieron el pasado martes a un hombre, de nacionalidad siria, por un delito de contrabando al ser sorprendido con 3.700 cajetillas de tabaco. El detenido es miembro de una célula de Al Qaeda desarticulada en España que se encontraba en libertad vigilada tras ser condenado por pertenencia a banda armada.

Se trata de Jamal Hussein, que fue sorprendido por agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera en posesión de 3.700 cajetillas de tabaco de contrabando en una nave del polígono industrial de Juncaril, ubicado en el término municipal de Peligros.

En el momento de su detención, practicada en el marco de las inspecciones rutinarias llevadas a cabo por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) para el control del contrabando, Hussein sufrió varios microinfartos y fue trasladado a un centro hospitalario de Granada capital, del que recibió el alta voluntaria varios días después.

Una vez puesto a disposición judicial, el Juzgado de Instrucción 3 de Granada decretó esta semana su puesta en libertad con cargos bajo fianza por un delito de contrabando, según han confirmado a esta redacción fuentes judiciales.

La mercancía de tabaco que le fue intervenida durante las labores de inspección, que fueron practicadas en varias naves del polígono, iba a ser destinada a pipas de agua. La mercancía provenía de Egipto y habría alcanzado en el mercado un valor cercano a los 10.000 euros.

Hussein, de origen sirio y dueño de varios negocios de artesanía en Granada, fue detenido con anterioridad el 18 de septiembre de 2003 en esta ciudad junto a Hasan Alhusein como presuntos miembros de una célula de Al Qaeda en España, por orden del juez Baltasar Garzón en el marco de la operación Dátil. A ambos se les relacionó con el periodista de la cadena qatarí de televisión Al Yazira Taysir Alony, que fue condenado a siete años de cárcel por colaboración con organización terrorista, tras ser juzgado en 2005 junto a Hussein y otros 22 acusados como presuntos integrantes de una célula de Al Qaeda desarticulada en España tras los atentados del 11-S. Hussein fue condenado a seis años de cárcel aunque actualmente se encontraba en libertad vigilada, bajo el control de una pulsera, por problemas de salud.