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Libros en cuarentena: Así es la 'nueva normalidad' en las bibliotecas de la Universidad de Granada

  • Recuperan la atención presencial, pero éste está marcado por un estricto protocolo para evitar riesgos

Los usuarios depositan los libros en una caja, donde los manuales pasarán catorce días.

Los usuarios depositan los libros en una caja, donde los manuales pasarán catorce días. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Del confinamiento domiciliario al confinamiento bibliotecario. La reapertura de la atención presencial en las bibliotecas de la Universidad de Granada supone un reto para el personal de los archivos, que aplica a rajatabla el protocolo fijado para evitar posibles contagios de coronavirus. Los libros ya pueden ir y volver de los estantes y anaqueles a los domicilios de docentes, investigadores y estudiantes. Eso sí, a su regreso a la biblioteca deben pasar una cuarentena de catorce días. Durante dos semanas los manuales se guardan en cajas y sólo después de ese periodo el personal universitario los manipula.

Así lo explica Olga Moreno, jefa del servicio de la Biblioteca de Filosofía y Letras, un notable ‘laboratorio’ que cuenta con unos 270.000 volúmenes. Como base para fijar el protocolo se han basado en el Boletín Oficial del Estado y el plan de contingencia de la UGR, además de en el protocolo de seguridad e higiene de la Universidad. El usuario que desee devolver un libro debe pedir cita de forma telemática. Una vez fijados día y hora, va a la biblioteca, pasa el manual por una alfombrilla (que permite identificar el documento gracias al código de barras y señalar que comienza su periodo de cuarentena) lo coloca en la caja. Una vez dentro, no será hasta después de dos semanas cuando los bibliotecarios lo toquen. Poco a poco, se llenarán las catorce cajas destinadas a los libros confinados. Cuando pasen esas dos semanas, la primera caja se reutilizará para otra cuarentena de papel.

Catorce días es el tiempo que permanecerán los libros depositados en cajas

El servicio se ha reanudado también para préstamos. Igualmente se pide cita, se solicita el libro o libros que se quieren retirar y se espera al aviso de reserva y el día y hora a la que será posible retirar los documentos. El primer día se prestaron 80 y ya están cubiertas las citas de hoy lunes y mañana martes.

El usuario pasa el libro por una alfombrilla que lee el cógido de barras. El usuario pasa el libro por una alfombrilla que lee el cógido de barras.

El usuario pasa el libro por una alfombrilla que lee el cógido de barras. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Otro atisbo de normalidad es la vuelta al trabajo presencial con los proveedores, “porque hemos seguido pidiendo”, reseña Olga Moreno. También es preceptiva la cita y confinar las nuevas adquisiciones durante 14 días.

Olga Moreno. Olga Moreno.

Olga Moreno. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

La biblioteca cuenta también un servicio de atención para facilitar el trabajo con libros y manuales que no se prestan, con una mesa equipada con gel y papel destinada a docentes, investigadores y estudiantes. El libro que se manipule en esta mesa también pasará catorce días en una caja.

La plantilla del servicio de la biblioteca de Filosofía y Letras compagina turnos presenciales con trabajo virtual, tal y como exige el plan de desescalada de la UGR. Cada uno de los bibliotecarios tiene su propio teclado, su ratón y sólo uno atiende el teléfono. “No podemos correr ningún riesgo”.

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