Patrimonio

La Lista Roja de Patrimonio de España añade al Castillo de Moclín y los baños árabes de Granada

  • Este listado recoge más de 1.100 monumentos españoles en riesgo de desaparición, cifra a la que se han sumado estos dos Bienes de Interés Cultural (BIC)

Imagen de archivo del Castillo de Moclín

Imagen de archivo del Castillo de Moclín / G. H. (Granada)

La asociación Hispania Nostra ha sumado a su Lista Roja del Patrimonio los baños árabes del Albaicín, los más grandes de Granada datados en el siglo XII y protegidos como BIC, y el Castillo de Moclín, una fortaleza nazarí reconocida por su valor arquitectónico desde hace casi un siglo.

La Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra recoge más de 1.100 monumentos españoles en riesgo de desaparición o de destrucción, cifra a la que se han sumado estos dos bienes de la provincia de Granada, ambos declarados Bien de Interés Cultural (BIC).

Los baños árabes del Albaicín están datados en el siglo XII, aunque dejaron de funcionar en 1567, cuando entró en vigor la prohibición de su uso, y están considerados los más grandes de Granada. El edificio que los albergaba fue vendido y parcelado y se encuentra en un "pésimo" estado de conservación, según la asociación.

También ha sido incluido en la Lista Roja de Hispania Nostra el Castillo de Moclín, un BIC que comenzó en 2010 un proceso de restauración que se limitó a una primera fase al acabarse el presupuesto y dejó escombros y andamios en la propia edificación. Esta fortaleza fue construida a mediados del siglo XIII para la defensa del Reino Nazarí de Granada y surgió como castillo fronterizo entre los reinos de Granada y Castilla.

El Castillo de Moclín fue uno de los mejores conservados del periodo nazarí hasta que en la Guerra Civil española fue objeto de bombardeos, pese a lo que destaca por su situación estratégica y por contar con una planta irregular que se adapta al terreno y se levanta en la cumbre más alta del entorno.

Dentro de la alcazaba, en la parte superior de la fortaleza, está el aljibe de grandes dimensiones, y la red defensiva del castillo se completa con una serie de torres ópticas que controlan los accesos a la villa-fortaleza. En 1931 fue declarado monumento histórico-artístico y es Bien Interés Cultural con la categoría de Monumento.

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