Desde el año 2000 el Ayuntamiento de Granada ha intentado en varias ocasiones actualizar el Plan Especial de Protección del Albaicín. Sin embargo, hasta el momento no ha sido posible por distintos motivos. Uno de ellos, el más polémico, tuvo lugar en 2006 cuando Luis Gerardo García Royo era concejal de Urbanismo. El documento que se intentó aprobar tenía fallos garrafales: declaraba en ruina viviendas ya rehabilitadas o a la inversa e, incluso, aludía a intervenciones en Asturias en lugar de en la ciudad lo que provocó una enorme polémica acompañada de un sinfín de alegaciones.

Ante esta situación, el equipo de Gobierno socialista puso sobre la mesa la necesidad de cambiar el Pepri Albaicín -actualmente se trabaja con un plan de 1990-y el PGOU y formó un equipo para ello. Fruto de este esfuerzo el área de Urbanismo ha presentado esta semana a todos los vecinos del Albaicín y del Sacromonte diversos planos. El objetivo es que "sea la ciudadanía la que aporte por escrito sus correcciones (documentadas) a la base elaborada por el equipo redactor y las dirijan a la Dirección General de Urbanismo.

De esta forma, serán los propios vecinos que pasean cada día por las calles de estos dos históricos barrios los que ayuden a redactar un plan capaz de mostrar la realidad tanto del Albaicín como del Sacromonte. "El objetivo de la publicación es iniciar un proceso de participación ciudadana desde el inicio mismo de la redacción del Plan Especial de Protección y Catálogo de los sectores Albaicín y Sacromonte (PAS2018). De esta forma, "se persigue la máxima transparencia posible gracias a la inmediatez y universalidad de su publicación en la web del Ayuntamiento promoviendo la colaboración de la ciudadanía en general y más en concreto de sus destinatarios directos, los vecinos del Albaicín y el Sacromonte", detalla también el documento que añade que el objetivo es alcanzar "el máximo rigor en la definición geométrica de la base principal, sus parcelas y manzanas".

Para trazar este plan, se ha utilizado una cartografía actualizada elaborada tras un vuelo fechado en diciembre de 2016 que presenta un alto nivel de detalle con una escala 1/500. Además, la información y la base cartográfica se ha elaborado utilizando Q-GIS, un programa de tecnología SIG (Sistema de Información Geográfica) que permite la actualización continua del plan tanto durante su redacción como a lo largo de su vigencia.

La necesidad de actualizar el Pepri es total. Desde 1991, fecha en que se aprobó el anterior plan, el distrito ha sufrido multitud de cambios que pasan, incluso, por una crisis económica que paralizó la construcción y la rehabilitación de vivienda y bienes de interés cultural. Poco a poco, esta situación se ha ido revertiendo. Pero el Ayuntamiento, al no tener actualizada la regulación, tiene que tirar de innovaciones al plan que solo parchean el problema sin una solución integral para el histórico barrio y el Sacromonte.