"Llevamos 9 meses dando un voto de confianza; ahora que se vayan"

Vecinos de la calle Moncada denuncian sentirse amenazados por una familia rumana

C.r. / Granada

26 de marzo 2009 - 01:00

Cuando una gota colma el vaso, lo colma y ya está. Esto es lo que ha ocurrido en el bloque número 7 de la calle Moncada, en La Chana profunda. Allí, varios vecinos, hartos de "actos incívicos, insultos y amenazas de muerte", han alzado su voz y han denunciado públicamente el "infierno" que llevan viviendo desde hace nueve meses. Lo han hecho con denuncias, pancartas desde sus balcones y en los medios. Pero lo más llamativo es que estos vecinos denuncian, simplemente, con sus ojos, sus palabras y sus historias. Literalmente dicen que "no pueden más y que en ese bloque puede ocurrir de todo".

Los protagonistas denunciantes son Jaime Ripoll y Manuel López, que dan la cara y representan el sentir de los quince vecinos de su bloque. Los vecinos del número 16 son los denunciados, una familia rumana que vive en el segundo y que, según ellos, les hacen la vida prácticamente imposible .

Tanto Jaime como Manuel quieren dejar claro que "no es un problema de racismo sino de civismo". En su bloque viven ciudadanos senegaleses, conocen a vecinos ecuatorianos y dicen no tener problema alguno. Con los rumanos sí y, además, desde el primer día que llegaron al bloque, hace ahora nueve meses.

En su relato presentan imágenes como que estos vecinos rumanos han roto barandillas del bloque, han defecado en los pasillos y orinado frente a sus puertas. El límite ha llegado cuando por estos problemas de convivencia incluso les han amenazado de muerte. "Directamente, no quieren integrarse a vivir en comunidad y la relación es insufrible y hasta preocupante".

¿La solución al problema? Ellos lo tienen claro: "Que se vayan. Nosotros llevamos dándoles un voto de confianza durante nueve meses... Ya no podemos más". La media de edad de los residentes en el inmueble supera los 70 años, muchos de estos vecinos viven con pequeñas pagas y graves problemas familiares. Dicen que este conflicto no ha hecho más que hacer más difícil su día a día. "Yo no puedo tirar con mi vida y veo cómo a ellos les pagan seguros sociales, impuestos, todo... ¿no somos todos los ciudadanos iguales?, que me los paguen a mí también y que atiendan mis necesidades", apunta Manuel, quien concluye reprochando el grave incumplimiento de las asistentas de Asuntos Sociales "que no han tenido ningún control de la situación que llevamos sufriendo por culpa de los rumanos".

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