Llevarse muebles y el menaje de cocina de un piso de alquiler se paga con cárcel

Alquilar una vivienda tiene sus riesgos y no sólo por una posible informalidad en los pagos por parte del arrendatario. Hay inquilinos que deciden irse cargados de algo más que maletas. Y si no que se lo pregunten a Ascensión (nombre ficticio), que cuando en octubre de 2012 entró en la vivienda de Padul que había alquilado a Bienvenido (también nombre ficticio) se encontró con más de un hueco: había desaparecido "una cama, menaje de cocina, una mesa de televisión y dos mesas de ordenador".

Ascensión denunció la sustracción de parte del mobiliario de la casa y un juez de lo Penal de la capital condenó a su inquilino a seis meses de prisión, así como a indemnizarle con 710 euros, cantidad en la que fueron tasados los muebles y artículos robados.

El juzgado en cuestión, Penal 6, consideró probado el robo y consideró al inquilino autor de un delito de hurto y le impuso además las costas del proceso. El inquilino apeló entonces la sentencia, presentando un recurso ante la Audiencia Provincial de Granada, que el pasado mes de febrero decidió confirmar la condena.

El hombre alegaba que el juzgado se había equivocado a la hora de valorar la prueba, pero el tribunal granadino (Sección Primera) rechaza este extremo y tilda de "razonable" la convicción alcanzada por la jueza que conoció el caso. Así, pone de relieve que la declaración de Ascensión es verosímil, pues "el inventario lo elaboró Bienvenido y en él constaban unos objetos de los que no ha vuelto a saberse más". Junto a ello, destaca que "si, por otra parte, reparamos en el estado en el que el mobiliario de la vivienda se encontraba cuando fue devuelta a su propietaria, no es de extrañar que también faltasen cosas de ella".

Para la Audiencia, "es evidente que el uso de la vivienda y del mobiliario careció del mínimo de diligencia exigible". Además, considera que las supuestas contradicciones de Ascensión apuntadas por Bienvenido no son tales. En este punto, recuerda que el 10 de octubre de 2012, cuando Ascensión visita por primera vez la vivienda tras la entrega de llaves, ya le llama la atención el estado de deterioro que presenta, lo cual ese mismo día denuncia. Fue después cuando constata que le faltan cosas y lo denuncia al prestar declaración en el juzgado, cuando ya había ido, "inventario en mano", a comprobar si faltaba algo.