Machado y Descartes abren selectividad

Antonio Machado, con sus Campos de Castilla, fue el encargado ayer de inaugurar los exámenes de Selectividad de septiembre. El ejercicio de Lengua y Literatura fue el primero de todos los que tendrán que realizar y que llegarán a su fin el viernes. La cifra de matriculados de este año ha sido muy parecida a la del año anterior, aunque esta vez, el número de jóvenes que se presentan únicamente a la parte específica ha aumentado considerablemente; frente a los 184 jóvenes que se matricularon en 2010, este año han aumentado hasta los 238.

La primera jornada estuvo dedicada a las asignaturas comunes a todas las especialidades: Lengua y Literatura, Historia o Filosofía e Idioma. Además del texto de Machado, bastante usual en estos exámenes, los alumnos se encontraron con dos viejos conocidos en la prueba de Filosofía: Descartes y Locke, que cayeron ambos en la reciente convocatoria de junio. Esto provocó algunas malas caras entre los convocados al recibir el examen ya que, al ser pregunta de examen en la anterior convocatoria, los descartaron a la hora de preparar los exámenes. Javier Gómez uno de los estudiantes que se presentó ayer a los exámenes comentó aliviado: "Menos mal que no me he examinado de Filosofía, las preguntas de historia eran mucho más clásicas y más esperadas". El Manifiesto de Primo de Rivera fue una de estas preguntas junto a las desamortizaciones del siglo XIX.

El examen de idiomas fue el cierre de esta primera jornada. En la sede de la Facultad de Arquitectura sólo una persona se presentó a Alemán, frente a los 11 de Francés y los 99 de Inglés. Respecto a la dificultad del examen de Inglés, no hubo demasiadas quejas; uno de los textos hacía referencia a la privacidad de las redes sociales y cómo educar a los jóvenes para usarlas correctamente, y el otro hacía referencia al término UFO. Laura Molina no salió muy contenta -"Se me dan mal los idiomas"- mientras Celia de Reyes apuntó que el apartado de vocabulario le resultó muy difícil.

Lucía Pimentel y Juan Carlos Bailón, ambos amigos, estaban contentos con su forma de desenvolverse en los exámenes, pero están deseando que acabe esta semana. "Llevamos todo el verano gastándonos un pastón en la academia, queremos acabar ya y poder disfrutar de los pocos días libres que nos quedan", explicaron.

Las academias de verano han sido un recurso muy utilizado para muchos. Otros jóvenes como Rocío Vázquez y Verónica Portero contaron que usaron otros medios para estudiar el mayor tiempo posible: "Hemos pasado unos días llenos de Redbull, Monster y café mientras estudiábamos, pero estamos contentas con cómo nos han salido". Pocos minutos después de finalizar los exámenes las aulas y los pasillos se quedaron desiertos ya que hoy tendrán que volver a medir sus conocimientos, esta vez, en las materias específicas de cada especialidad.