Tribunales

Un caso ejemplar

  • La Fiscalía mantiene la petición de un año de cárcel para los dos jóvenes acusados de alimentar a una pitón con cachorros vivos por un delito de maltrato animal

Un caso ejemplar

Un caso ejemplar / G. H. (Granada)

Esta semana quedaba visto para sentencia el juicio en el Penal 3 de Granada contra Raúl C.V. y María A. M, una pareja de jóvenes acusados de maltrato animal por alimentar a una serpiente pitón con cachorros de gato y perros vivos. Se da la particularidad de que el joven, que vendía la serpiente para entrar a prisión, podría volver a entrar en la cárcel si es declarado culpable, por lo que sería de los primeros casos en España en los que se haría efectiva la pena de cárcel por este delito.

El final del juicio se celebró el pasado jueves. El Ministerio Público optó por mantener la petición de un año de cárcel por los hechos que denunció una asociación de Granada tras ver el anuncio de la venta del reptil enroscado alrededor de un perro recién nacido.

Lo sucedido se remonta al verano de 2016 cuando la pareja publicó una foto en internet para vender una pitón de un metro y medio de longitud. En la imagen se aprecia que tiene como alimento un cachorro de perro. En enero de 2017 una voluntaria de la Asociación Animalista Montes Orientales denuncia los hechos.

Raúl, propietario de la pitón, declaró que tomó la imagen en la que se ve una cría de perro que dice acababa de nacer muerta.“El perro estaba caliente pero no tenía pulso ni nada”, aseguró el acusado, un hecho fundamental para determinar si hubo o no maltrato en la imagen que ellos mismos difundieron, aunque la acusación particular de la asociación los acusa de un delito continuado de maltrato ya que, tal y como la pareja aseguró en una conversación de WhatsApp, llevaban dos años alimentando al reptil con cachorros de perros y gatos vivos.

Por eso, aunque la Fiscalía haya mantenido la petición de un año de prisión, la condena solicitada por la asociación animalista representada por Aritz Toribio ha sido de un año y diez meses al considerar que fue un delito continuado, además de la prohibición de tener animales o dedicarse a una profesión relacionada con ellos durante cuatro años. Mientras que las dos defensas han pedido la libre absolución en un juicio que ha quedado visto para sentencia.

No podemos cuantificar el número de animales que murieron y solicitar por cada vida independiente un delito de maltrato y por eso pedimos un delito continuado”, señaló el viernes a este periódico el abogado de la asociación.

El joven también aseguró que encargó a su pareja subir el anuncio y encargarse de la venta del animal porque tenía que entrar en prisión.

La acusada dijo que no estaba presente durante la foto ni vio nunca cómo su pareja alimentaba a la pitón y que su participación en los hechos se limitó a contestar a preguntas de la voluntaria que impulsó la denuncia, que contactó con ella por el anuncio.

“En ese momento no me di cuenta pero dirigía mis respuestas y yo me lo inventé todo por la necesidad de vender la pitón”, declaró María en referencia a la conversación por mensajes en la que expuso que el reptil sólo comía animales vivos.

La joven negó la acusación, aseguró que sus respuestas a la voluntaria de la asociación animalista buscaban vender por necesidad el animal. La joven también alegó los daños que sufre desde la denuncia, que le hizo perder las prácticas que tenía por sus estudios de auxiliar veterinario.“Yo estudio eso porque me encantan los animales, tengo dos perros y los quiero más que a nada”, añadió.

Uno de los agentes del Seprona declaró que el cachorro, que aparece en la imagen con la lengua fuera, estaba vivo por las venas, los ojos y el color rosado del cuerpo.

En cuanto al posible móvil económico que los acusados achacan a la asociación por su denuncia, aclara que la formación animalista no solicita “ni un sólo euro ni responsabilidad civil alguna” sólo la pena de cárcel y las inhabilitaciones. “Ellos no se pusieron en contacto con nosotros para llegar a ningún acuerdo previo al juicio ni lo iban a hacer porque sería un acuerdo de condena y uno de los investigados entraría en prisión directamente”, comentaba ayer el abogado a este periódico.

Para Aritz Toribio esa posible condena de prisión “sería algo muy llamativo en España porque no hay todavía muchas personas que hayan entrado en la cárcel por maltrato animal”.

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