Empresas granadinas

Mantas orgánicas que aíslan el suelo frente a la erosión

  • Bonterra Ibérica es la única empresa que comercializa en España este producto, galardonado con el premio Andalucía de Medio Ambiente 2008

La erosión se ha convertido en uno de los grandes problemas medioambientales actuales -sobre todo en zonas más desertizadas como el Sur de la Península-, provocando la pérdida paulatina de fertilidad de los terrenos, la disminución de la vegetación e, incluso, el mayor impacto de las lluvias en las áreas urbanas. De hecho, en Andalucía se pierden 50 toneladas de suelo por hectárea y año.

Sin embargo, no es un problema irremediable o irreversible, pues los efectos de la erosión se pueden reducir hasta en un 99% mediante la cobertura de los terrenos con mantas orgánicas, un producto totalmente natural desarrollado en Granada por la empresa Bonterra Ibérica. "El negocio surgió en 1994 con capital alemán -donde germinaron las iniciativas conservacionistas-, pero desde julio de 2007 Bonterra está formada íntegramente por inversión española", comenta el gerente de la sociedad, Valentín Contreras, y promotor de la misma junto a Admiración Aguilar.

Hoy por hoy, la empresa granadina es la única dedicada en España a la producción de las mantas orgánicas, que disponen de múltiples posibilidades de usos: la contención de taludes o barrancos; el mantenimiento de la fertilidad de los suelos agrícolas en barbecho; el revestimiento paisajístico de edificios o zonas urbanas; el soporte de plantas trepadoras; o la protección de las plantaciones contra la erosión. Además, la empresa está desarrollando actualmente una manta tridimensional que, junto a la malla de fibra natural, incorpora un trozo de terreno para reconstruir zonas muy erosionadas.

No obstante, la mayor parte de las mantas orgánicas instaladas por Bonterra Ibérica en España está relacionada con la protección de infraestructuras contra desprendimientos. Por ello, Contreras insta a las administraciones públicas a que implanten medidas efectivas de recuperación del suelo y mejora del rendimiento de las superficies agrarias. "Se desarrollan muchos proyectos sobre el ahorro de agua o tratamiento de residuos, pero no sobre la recuperación del suelo", lamenta el promotor de la empresa. Debido a la escasa demanda del mercado nacional, la empresa granadina ha introducido su manta orgánica en otros países como Portugal, Chile o Perú y está ampliando sus relaciones con otros países iberoamericanos, consiguiendo una facturación total cercana a los 700.000 euros.

Pero la actividad empresarial de la fábrica de Campotejar -ubicada en el Cortijo de Garnafate- no sólo contribuye a la sostenibilidad del entorno natural, sino que también colabora en el fomento del empleo andaluz en sectores poco valorados hoy en día, pues Bonterra Ibérica compra los materiales a agricultores andaluces revirtiendo sus beneficios en la comunidad. "Usamos las fibras que resulten más económicas según la situación del mercado para conseguir un producto lo más barato posible", explica Contreras, como puede ser el esparto, la paja o la fibra de coco. Una vez adquirida la materia prima, una máquina cose la fibra en el centro de producción y se introduce en una malla con forma de rollo.

Es esta utilización de materias primas naturales lo que ha convencido a la Junta de Andalucía para elegir a Bonterra Ibérica como la merecedora del Premio Andalucía de Medio Ambiente 2008 en la categoría de Producto más respetuoso con el ecosistema, por ser "un modelo de desarrollo sostenible exportable a cualquier rincón del mundo, por cuanto aprovecha un recurso forestal en beneficio del propio medio natural".

No obstante, los 6 trabajadores directos de Bonterra Ibérica se han visto obligados a introducir materiales sintéticos para combatir la competencia en el sector, aunque esta materia prima "es más cara y menos eficaz" que las naturales, cuyo precio oscila entre los tres y cuatro euros de media por metro instalado.

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