Ayer y hoy

Martínez de la Rosa, el padre de Mariasun

  • Estado de miseria en que quedó Mariasun, la hija de Martínez de la Rosa

  • Natalio Rivas le procuró una pensión

  • Hoy Magdalena, su madre, ganaría millones paseando su historia en las telebasuras nacionales

Martínez de la Rosa escritor

Martínez de la Rosa escritor / J. L. D.

No sé cuántas biografías ni cuántos estudios se han realizado sobre la figura, la dilatada obra literaria y la carrera política del granadino Francisco Martínez de la Rosa (1787-1862), al que apodaban Rosita la Pastelera. El ilustre catedrático de Filosofía que llegó a Presidente del Gobierno es autor de, entre otras, La Conjuración de Venecia, Doña Isabel de Solís, reina de Granada y muchas más. Figura de reconocido prestigio en la España de Carlos IV, Fernando VII, la regencia de María Cristina y su hija Isabel II.

Fácil es reconstruir su vida política y literaria; más complicado es saber de su vida sentimental, porque el apelativo de Rosita la Pastelera nada tiene que ver con el amaneramiento de su figura, ni con su erguido tupé, ni con la esmerada indumentaria que lucía con especial elegancia; tal vez se debe a su reconocida condescendencia con las posturas ideológicas encontradas, en el deseo de quedar bien con todas las fuerzas políticas, desde su condición de hombre liberal moderado, aunque demasiado moderado tal vez.

Retrato del granadino Martínez de la Rosa. Congreso de los Diputados Retrato del granadino Martínez de la Rosa. Congreso de los Diputados

Retrato del granadino Martínez de la Rosa. Congreso de los Diputados / G. H.

Algo se conoce de la vida sentimental de Martínez de la Rosa; aparecen nombres de mujeres a las que dedica poemas o con las que mantiene ciertas relaciones: Agustina Torres, Anita Ozores, Manuela, Constanza, Inés, Isabel, Ángela Grassi, Ana María Verdera… Pero apenas nadie habla de su romance con una tal Magdalena Gayé del Río cuando ya frisaba los 70 años; no debía estar bien visto, pero de tales relaciones nació la niña María Asunción Francisca Petra Martínez de la Rosa Gayé.

Poco sabemos de ella, nacida el 26 de noviembre de 1857, hasta que descubrimos que su madre tiene que solicitar en 1885 a los herederos de Martínez de la Rosa y por vía judicial, más de 20 años después de la muerte del granadino, la manutención de la tal hija María Asunción que suponía 3875 pesetas al año. Eran los herederos de Francisco su hermano Diego Martínez de la Rosa, casado con una ilustre Cabarrús, doña Paulina Cabarrús y Quilty, emparentada nada menos que con la emperatriz granadina Eugenia de Montijo.

Natalio Rivas Natalio Rivas

Natalio Rivas / J. L. D.

Mariasun, la hija natural de Martínez de la Rosa, había sido colocada por su tío Diego, por entonces Director General de Prisiones, como celadora de la cárcel de mujeres de Madrid con la misión de llevar y traer el correo, especie de mensajera, y con un sueldo anual de 1000 pesetas; pero ya con 65 años fue jubilada y como tal perdía casi todos sus ingresos, por lo que de nuevo en 1922 tiene que recurrir al favor de los herederos, los Martínez de la Rosa Cabarrús.

Fue una vez más el cacique y benefactor granadino Natalio Rivas el que presentó y defendió una moción, en la sesión celebrada en el Congreso de los Diputados el día 22 de marzo de 1922, para que se ayudara a la hija de tan ilustre granadino; dicha proposición fue aprobada con lo que se procedió a conceder la pensión solicitada. Así lo recogía la prensa local: "Sabedor don Natalio de que una madrileña, hija natural del eximio granadino, el Excmo. Sr. Don Francisco Martínez de la Rosa Berdejo, se encontraba tras angustiosa odisea, al cruzar los límites de la ancianidad, en la más negra y terrible perspectiva económica… En sesión celebrada presentó y defendió…".

Granada. Calle Martínez de la Rosa Granada. Calle Martínez de la Rosa

Granada. Calle Martínez de la Rosa / J. L. D.

Pasan a la historia los brillos y los brillantes, las medallas y los laureles; pero poco se escribe de la condición humana cuando de secretos de alcoba se trata; salvo que el secreto sea aireado, aumentado y variopinto para que encaje en el nauseabundo plató de Telecinco. De haber nacido un siglo después, Magdalena Gayé, la madre de María Asunción, por haberse acostado con un Presidente del Gobierno se hubiera hecho millonaria y habría dejado a su hija lustrosa su cuenta bancaria. ¿No ganó un buen dinero quien se acostó con un torero?

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