Mata a su ex pareja y trata de suicidarse tirándose por el Peñón de San Cristóbal
La joven, de 29 años, fue hallada con numerosos signos de violencia en el piso del Zaidín en el que la pareja, que estaba separándose, había convivido El presunto asesino fue localizado aturdido y "ensangrentado" en Almuñécar.
Manuel Cerezo es uno de los vecinos de la cuarta planta del bloque donde la madrugada de ayer tuvo lugar el primer crimen machista registrado en la provincia de este año. Manuel vio, a las siete de la mañana, cómo la Policía Nacional sacaba un cadáver del edificio, situado en el número 9 de la calle Escritor Miguel Toro, en un residencial que está justo a las espaldas del Carrefour de la Carretera de Armilla. "No sabíamos de quién se trataba, nos hemos enterado por los periodistas", comentó el vecino.
La víctima era Ángela María Chamorro Ruiz, una joven de 29 años que trabajaba en un céntrico hotel de la capital. Su cuerpo sin vida fue hallado en el interior del piso G-1 de la segunda planta, el domicilio en el que había convivido con su ex pareja y presunto asesino: Óscar C.T, de 37 años. Ambos son de Ciudad Real.
La mujer, según fuentes de la investigación, presentaba "varias puñaladas", una de ellas mortal, así como signos en la boca y en el cuello "de haber sido inmovilizada" con una cuerda, lazo o pañuelo. La autopsia se le practicó ayer en el Instituto de Medicina Legal (IML) de la capital, reflejando el informe preliminar que Ángela, cuyo cuerpo presentaba "numerosos signos de violencia", murió por un "shock hemorrágico" ocasionado por una de las lesiones de arma blanca. La investigación tratará ahora de determinar si también sufrió agresión sexual.
Ángela, de acuerdo con la información facilitada por la Policía, había acudido el martes a "recoger algunos enseres suyos" de la vivienda, pues la pareja, que no estaba casada, había decidido separarse y tenía que hablar sobre lo que iban a hacer con el piso.
Los vecinos consultados ayer por este diario, como Herminia, que vive en el mismo edificio, o Ana, vecina del bloque contiguo, no escucharon nada y se levantaron con la desagradable noticia. "Es muy triste, trágico y absolutamente deplorable que ocurra esto", señaló Manuel. "Yo estoy todavía impactada", dijo Herminia atónita.
El presunto autor del crimen fue localizado pasada la una de la madrugada en Almuñécar. Llevaba encima el teléfono de Ángela y el perro de ella, un dogo. Fue la Policía Local de este municipio la que encontró a Óscar "ensangrentado" sentando en el bordillo del paseo, junto al Peñón de San Cristóbal. Presentaba una brecha en la cabeza y estaba confundido y trastornado. Había tratado de suicidarse arrojándose por el peñón, aunque no llegó a caer al mar. Impactó en las rocas.
Estando ya el hombre, de 37 años, con los agentes, sonó el teléfono móvil que portaba. La llamada la realizaba la Policía Nacional y fue atendida por uno de los agentes locales, que pudieron entonces comprobar que no se trataba de su teléfono, sino del de su ex pareja.
Óscar fue trasladado bajo custodia policial hasta el Hospital de Santa Ana de Motril y, posteriormente, al Hospital Clínico de Granada, donde se le practicaron las pruebas médicas oportunas . A última hora de la tarde el detenido seguía en el hospital y aún no había sido trasladado aún a los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental, donde irá para ser interrogado antes de ser puesto a disposición judicial. De su detención se encargaron los miembros del Grupo de Atención al Ciudadano de Policía Nacional, que actuaron en coordinación con las salas del 091 de Granada y Motril.
El presunto asesino reconoció que había tratado de quitarse la vida a los agentes policiales. Luego confesó los hechos ante la Policía Nacional que, en torno a las dos de la madrugada, encontró el cuerpo de Ángela.
Por su parte, fuentes del Servicio de Emergencias Sanitarias 112 señalaron que la noche del martes recibieron una llamada de un amigo de Ángela, comunicándoles su preocupación. El joven, que fue quien dio la voz de alarma, aseguraba que su amiga, con la que actualmente compartía piso, había ido a casa de su ex pareja para tratar el asunto de la ruptura y no había regresado. Sospechaba que algo podría haberle pasado, ya que no había acudido a su puesto de trabajo ni había vuelto a la casa.
El suceso causó un enorme revuelo en esta zona del barrio del Zaidín. Durante toda la mañana el goteo de curiosos que se paraban frente al bloque para tratar de conocer más detalles de lo sucedido fue incesante. En dos bares que hay próximos, llamados Kaoba y el Rincón de Gregorio, tampoco daban crédito a lo ocurrido.
Este diario trató de contactar sin éxito con la dirección del establecimiento hotelero en el que trabajaba Ángela, donde dijeron que no iban a hacer declaraciones.
La Policía aseguró que no existían denuncias previas por violencia de género, si bien detalló que el joven tenía un antecedente policial por un posible delito de atentado contra agente de la autoridad.
De la instrucción de la causa se hará cargo uno de los dos juzgados de Violencia sobre la Mujer de la capital, según precisaron fuentes judiciales, que no pudieron confirmar si en los juzgados existía alguna causa por algún episodio violento anterior.
La pareja no tenía hijos en común, aunque él sí era padre de un menor que había tenido con una pareja anterior y de cuya custodia se había hecho cargo la madre.
Aunque es el primer caso en la capital, una granadina de Montefrío falleció en Jaén también a manos de su ex pareja.
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