Medicina, la pieza clave de un nuevo puzle de sedes en la UGR

Se podrían trasladar los vicerrectorados para dedicar el Hospital Real a usos más nobles Dos facultades demandan espacios

La antigua Facultad de Medicina servirá para centralizar los servicios a los alumnos y se barajan otros usos adicionales.
La antigua Facultad de Medicina servirá para centralizar los servicios a los alumnos y se barajan otros usos adicionales.
Lola Quero Granada

08 de octubre 2015 - 01:00

Como una pieza de dominó que cae y hace moverse a todas las demás, podría ser para la UGR el traslado de la Facultad de Medicina y el desalojo de la vieja sede de la Avenida de Madrid. Edificios con un uso aún no definido, oficinas alquiladas, inmuebles a la espera de una reforma o facultades con problemas de espacio llevan bastante tiempo esperando una reorganización de todo el Campus Centro hasta que la antigua Facultad de Medicina quedara vacía.

Ese momento ha llegado y la rectora, Pilar Aranda, tiene ahora el reto sobre la mesa de cuadrar sus compromisos adquiridos en campaña y las necesidades que le plantean desde cada uno de los centros. "No creo en los compartimentos estancos, comprendo que cada centro tiene sus particularidades pero hay que hacer esto con una visión global de la Universidad", declaró ayer al ser preguntada por el futuro del edificio de Avenida de Madrid.

La prioridad que siempre ha tenido clara para este edificio es la creación de un lugar donde se centralicen todos los servicios al alumnado, que actualmente se encuentran dispersos. Pero la antigua Facultad de Medicina es muy grande, como la misma rectora dijo ayer, sobre todo si se le suma el espacio que ha quedado libre de la biblioteca biosanitaria (también trasladada al PTS).

El Gobierno de la UGR se plantea por ahora reubicar en este edificio de la Avenida de Madrid los despachos de los vicerrectorados que actualmente están en el Hospital Real, un inmueble histórico poco funcional para el trabajo del día a día y que podría quedar reservado para usos más nobles, como el museístico. La UGR tiene una carencia de espacios donde mostrar su gran patrimonio artístico.

Pero hay una decena de piezas más de ese puzle que están en el aire y a las que se les tendrá que dar una solución definitiva. Por un lado hay dos facultades que comparten el edificio de San Jerónimo (calle Rector López Argüeta) y que aseguran haber sobrepasado los límites de su capacidad desde hace tiempo. Son Ciencias del Trabajo (la más grande) y Trabajo Social. La falta de espacio les obliga a pedir constantemente aulas y espacios a otros centros vecinos, como el Aulario de Derecho o la Facultad de Ciencias Políticas.

Las dos facultades se plantean como primera opción mantenerse en el mismo edificio en el que están, pero en solitario. Los dos decanos esperan mantener una reunión en breve con la rectora para exponerles sus propuestas y sus problemas particulares.

"Habrá que llegar a una solución consensuada, sin ganadores ni perdedores", explicó a este periódico el decano de Trabajo Social, Ángel Rodríguez. El responsable de Ciencias del Trabajo, Pedro Antonio García, considera que este centro tendría que ser el primero en decidir si le interesa mantenerse en el Edificio San Jerónimo en solitario.

Y hay más elementos. La Facultad de Ciencias de la Salud dejó libre hace un año su vieja sede junto al Clínico. La UGR está empezando ya a ubicar allí la Escuela de Postgrado, pese que en algún momento se ha barajado como posible sede de Trabajo Social. La rectora explicó ayer que Postgrado necesita un lugar "digno" y así "quitar presión a los centros", pues los másteres se darían en ese edificio.

La Facultad de Derecho dispone de un Aulario que en realidad está más cerca de San Jerónimo, mientras que hay un edificio aledaño a esta Facultad, la vieja comisaría de Policía, que fue comprada por la UGR y aún no se ha reformado para darle uso.

Y se abren otras posibilidades con el próximo traslado hospitalario al PTS, pues el Clínico está en terrenos de la Universidad.

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