Arqueología

Medina Elvira tendrá un Plan Director para asegurar su futuro

  • La elaboración del documento dará acceso a financiación que asegure que continúen los trabajos

  • El Ayuntamiento comprará los terrenos privados del yacimiento

El yacimiento de Medina Elvira tiene ahora tanto futuro como pasado. La basta extensión de terreno que abarca parte de los límites Atarfe y hasta Pinos Puente tendrá un Plan Director que afiance futuros trabajos y no deje en el aire los proyectos que surgen en torno a este terreno cada vez que se desempolva un nuevo hallazgo.

La redacción del Plan director así como su activación como Bien de Interés Cultural (BIC) vendrá por parte de la Junta de Andalucía, custodio de este tipo de proyectos, y así lo anunció esta mañana el delegado de Cultura y Patrimonio, Antonio Granados en una visita a los terrenos, que actualmente están siendo intervenidos. Por supuesto y como piedra angular de cualquier empresa –sobre todo cultural– este paso al frente anunciado por Granados significa también que Medina Elvira podrá recurrir a financiación para su conservación, enmarcada en el presupuesto de 2020.

La Pompeya islámica, como la denomina Antonio Malpica, el director de las excavaciones de Medina Elvira de los últimos años, guarda una singularidad que la hace clave para comprender la Historia de la provincia. Esta zona de 350 hectáreas ha estado habitada desde época romana hasta el siglo XI, cuando fuera abandonada y con todo, no ha sufrido deterioro en sus contenidos pese al paso de estos mil años. Estas características, su imperturbabilidad junto a todos los periodos históricos y culturales que atesora, han hecho que Cultura haya decidido actuar sobre su futuro inmediato.

Comprar los terrenos privados, clave de futuro

Granados ha explicado en la visita que se trata de un yacimiento muy grande con más de 350 hectáreas y por tanto, señalaba que “hay que trabajar en colaboración con el Ayuntamiento de Atarfe para darle continuidad y que la sociedad pueda disfrutar de Medina Elvira”.

Pero para que este yacimiento ascienda de liga, necesita fondos estables para dotar de ‘seguridad’ las excavaciones y en ese sentido declaraba el alcalde del municipio, Pedro Martínez, quien apostó por buscar fondos donde sea, ya sea “en Europa o donde haya”. Que el yacimiento cuente con una financiación estable, dijo, permitirá que se pueda excavar a lo largo de todo el año con el objetivo de poder hacer visitable el yacimiento. También en la línea de conseguir un crecimiento en el proyecto, el alcalde apuntó a la necesariedad –y con ello se comprometió– de comprar los terrenos que componen el BIC, muchos de titularidad privada.

Sobre el apartado de los terrenos y la ampliación del territorio Medina Elvira, Granados recordaba que la Zona Arqueológica de Medina Elvira, declarada BIC en el año 2004 y que actualmente se encuentra en proceso de modificación de la delimitación, ocupa más de 350 hectáreas de los municipios de Atarfe y Pinos Puente. “Además de una gran extensión posee algunas características y singularidades que le proporcionan una gran importancia para conocer la historia de Granada y de la ocupación de la Vega desde períodos tardo antiguos hasta la profunda crisis del califato omeya que supuso la fundación de la actual ciudad de Granada y el traslado de los habitantes de Medina Elvira a ella. Es decir, desde el siglo VII hasta el siglo XI” ha apuntado Granados.

Un equipo polaco al frente de esta fase

Actualmente, el yacimiento está siendo excavado de nuevo en el área mozárabe, donde se han encontrado grandes estructuras “muy bien conservadas”, apuntan desde la Junta de Andalucía. Al frente de esta campaña, que finaliza el próximo jueves día 14 de noviembre, se encuentra Marian Rebkowsky, responsable de esta intervención y director del Instituto de Arqueología y Etnología de la Academia de Ciencias Polacas. El especialista, junto al director del Proyecto General de Investigación del yacimiento de Medina Elvira, Antonio Malpica y el arqueólogo jefe de la institución autonómica, Juan Cañavate, estuvieron presentes en la visita institucional al terreno.

La historia polaca de Medina Elvira comenzó el pasado año cuando el Grupo de Investigación de Malpica se puso en contacto con el grupo de arqueólogos dirigido por Rebkowsky que ahora finaliza su campaña. Aunque la historia profesional que une Polonia con el yacimiento de Atarfe viene de lejos. Este equipo inició otros trabajo en Medina Elvira en 2016, año en el que se retomaron las excavaciones que habían cesado en 2009 y que finalmente se tradujeron en siete años sin vida arqueológica.

Un laboratorio a pie de tierra

Los especialistas del yacimiento no solo trabajan a pie de tierra para excavar, también lo hacen para la limpieza y el estudio de las piezas encontradas. No es necesario que sean trasladadas a un laboratorio al uso ya que el ayuntamiento compró hace años, en torno al 2005, un terreno con una nave en la zona denominada como La Lastra, que se ha habilitado como espacio para los investigadores en el estudio de materiales. En la actualidad, señalan desde Cultura, el espacio se encuentra en bastante buen estado y es de enorme utilidad. Tanto es así que en el último Proyecto General de Investigación se “recomendó” al equipo cambiar los sondeos y ubicar uno de ellos en esta zona. Se pretendía que, en caso de aparecer restos significativos, se pudiesen musealizar al ser la parcela de propiedad municipal.

La Pompeya islámica

Medina Elvira es una de las zonas fetiche de la arqueología ibérica por una serie de características que definen al yacimiento como un asentamiento que pasa del mundo romano al mundo islámico sin interrupción. “Tendríamos en Medina Elvira, por tanto, información arqueológica de un proceso de transición del mundo antiguo al medieval que suele ser inédito o, al menos, muy poco habitual”, apuntan.

Otra de las características singulares, como señaló gráficamente el director de las investigaciones en los últimos años, el catedrático Antonio Malpica, es que el yacimiento de Medina Elvira es asimilable a la Pompeya islámica.

En este punto, pese a la grandilocuencia del apellido, el profesor Malpica no quería la importancia o el tamaño, ni siquiera el estado de conservación del yacimiento, sino poner de relieve que éste es un yacimiento abandonado en un momento dado y que ha permanecido sellado, en tanto que no se ha construido ni urbanizado en su extensión por lo que se puede entender que, en su mayor parte, no ha sido destruido.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios