Medio centenar de pisos de Granada están dedicados a la prostitución
La Unidad cuntra Redes de Inmigración y Falsedad tiene cuantificados, además, una treintena de clubes de alterne en la capital y en su Área Metropolitana
Granada cuenta con aproximadamente medio centenar de pisos dedicados a la prostitución y alrededor de una treintena de clubes de alterne, entre la capital y su Área Metropolitana, según los datos que maneja la Unidad contra Redes de Inmigración y Falsedades (UCRIF) de Granada, coordinada por Carlos Cuervo.
En una entrevista concedida a Europa Press, Cuervo señaló que, no obstante, el ejercicio de la prostitución en sí no es delito y que la Policía sólo puede actuar en caso de que se constate una situación de explotación sexual y/o laboral o algún delito relacionado con la inmigración irregular.
La UCRIF visita en ese sentido de manera regular los clubes de alterne de Granada y su Área Metropolitana para controlar que estas situaciones delictivas no se dan y que las mujeres están ejerciendo su oficio en buenas condiciones, para lo que se les ofrece diálogo y a veces la posibilidad de que acudan a los servicios sociales u ONG. En el caso de que se detecte una conducta presuntamente delictiva, se solicita al Juzgado correspondiente la clausura temporal del local, que en Granada suelen estar regentados por españoles.
En cuanto a la prostitución callejera, que en la capital se concentra en la Carretera de Jáen -aunque ya en menor medida gracias a la aplicación de la Ordenanza Municipal de Convivencia-, el jefe de la UCRIF advirtió que suele implicar en muchos casos una situación de explotación por parte de un proxeneta, pero que es difícil de probar ante la falta de colaboración de las meretrices, que no desean presentar denuncia o que, si lo hacen, después no se presentan a declarar en sede policial o judicial.
"Hay mucho miedo, y por eso apenas se detienen a los proxenetas, quizá unos 10 o 15 al año", explicó Cuervo, quien aseguró que en Granada la mayoría de las prostitutas callejeras son de nacionalidad rumana, es decir comunitarias, al igual que los proxenetas.
También señaló que es "muy complicado" desmantelar un piso dedicado al ejercicio de la prostitución si no hay denuncia de por medio, y, en estos casos, suelen ser los vecinos los que alertan a la Policía Nacional de exceso de ruido, algo que no implica un delito, y por ello ninguna detención.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por el Circo Encantado
Contenido ofrecido por el Colegio de Veterinarios de Granada
Contenido ofrecido por Aguasvira