Granada

Melegís recupera la historia de 18 milicianos huidos de Málaga

  • La ARMH exhuma los cuerpos de estos soldados republicanos fusilados y enterrados en una fosa común del municipio del Valle de Lecrín en febrero del 37

Llegaron en desbandada al Valle de Lecrín después de caminar durante unos diez días desde Málaga, ciudad de la que huyeron al ser tomada por fuerzas franquistas. Los 18 milicianos republicanos se dirigían hacia Almería, la 'zona roja', pero fueron neutralizados y apresados en Melegís, donde el relato oral recuerda que quedaron saciados de patatas fritas antes de ser fusilados por el batallón en una noche comprendida entre el 15 y el 25 de febrero de 1937. Enterrados en una fosa común que ahora ve la luz, ni la cal ha podido borrar los rasgos del terror que conservan sus huesos.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Granada presentó ayer los primeros resultados de la exhumación de los cuerpos de estos jóvenes republicanos, casi todos menores de 30 años. Estaban hacinados y enterrados en una zanja -de 10,5 metros de longitud y una profundidad de entre 1,50 y 1,75 metros cuadrados- situada en terrenos de una finca privada. Buena parte de ellos recibieron el tiro de gracia ya en la fosa común.

La excavación se ha llevado a cabo durante un mes usando las mismas técnicas que en un yacimiento arqueológico y, aunque los restos aún no han sido identificados al no haber sido reclamados por sus familiares, sí se han individualizado y en el futuro se realizará un banco de datos en el municipio para ponerlos a disposición de quien los reclame. Además, el Ayuntamiento habilitará una zona en el cementerio para dignificarlos.

Pero, ¿cuáles son los motivos que mueven a la ARMH para abrir una fosa sin que exista una solicitud previa de algún familiar y en la que, de momento, permanecen los restos de 18 desconocidos? Según la presidenta de la asociación, Maribel Brenes, la fosa de Melegís es una de las pocas que se señalaron como viables para exhumar en el mapa de fosas, si bien, como no se ha contado con subvenciones para acometer los trabajos, ha sido la propia ARMH la que los ha asumido económica y personalmente. Además, al estar situada la fosa fuera del cementerio, la asociación temía por la mala conservación de los restos.

Por su parte, el vicepresidente, Rafael Gil Bracero, valoró que la apertura de la tumba se ha llevado a cabo como "un acto de justicia". En clara alusión a los obstáculos que el colectivo se ha encontrado al solicitar la exhumación de la fosa en la que yacen los restos de García Lorca, Gil Bracero aseguró que "parece que Granada tiene una maldición". "Nosotros queremos hacer visible que es necesario, justo y conveniente el estudio y la exhumación. Y en este caso queremos que se vea que la historia contemporánea tiene también a otros protagonistas: los desconocidos".

La excavación, según destacó el arqueólogo y profesor de la Universidad de Granada (UGR) Francisco Carrión, ha sido muy compleja, ya que la altura actual del terreno es diferente a como lo era en 1937: en la zona se plantaron naranjos que agregaron una capa de tierra de labor al suelo que entonces existía.

Este hecho, sumado a que los cuerpos estaban situados unos sobre otros y con capas de cal entre cada uno de ellos, hicieron "muy difíciles" los trabajos, según indicó Carrión, quien precisó que sin embargo han sido "muy minuciosos" para que no se perdiera ningún hueso, para su futura identificación.

Así, se han conseguido individualizar los restos de estas 18 personas y curiosamente se han hallado algunos de los objetos que en el momento de su muerte llevaban. Se han encontrado restos del calzado, una insignia militar con dos fusiles cruzados -que servirá para averiguar la unidad militar a la que pertenecían-, cuatro monedas que uno de los milicianos llevaba en su bolsillo y varias cucharas doblada para llevar asidas de los cinturones.

Esos datos, unidos a otros como las peculiaridades físicas de alguno de los fusilados -hay uno que medía más de 1,90 metros-, podrían ayudar a su identificación, según confía la asociación. Porque, aunque los restos humanos se encuentran muy deteriorados por el peso de tierra que han sufrido durante más de 70 años, los trabajos de tamización de la tierra en la que se encontraban han permitido además localizar huesos de hasta tres milímetros.

De esta forma, los técnicos han logrado además extraer casi el cien por cien de todos los elementos óseos de aquellos milicianos, según apuntó el médico y también miembro de la asociación granadina Ernesto Rosales.

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