Mensajeros a dos ruedas y a pedales

Un aparejador granadino, cansado de buscar trabajo, abre su propia empresa de repartos en bicicleta Además de llevar objetos realiza trámites burocráticos

Ignacio Mellado realiza más de 250 kilómetros semanales en bicicleta.
Ignacio Mellado realiza más de 250 kilómetros semanales en bicicleta.
Lourdes Mingorance Granada

18 de febrero 2013 - 01:00

La crisis económica está despertando el ingenio y la capacidad de emprendimiento de numerosos jóvenes granadinos que deciden romper con todo y desarrollar una idea innovadora. Este es el caso de Ignacio Mellado, un joven aparejador que, harto de buscar trabajo en su sector totalmente hundido con la crisis del sector inmobiliario, decidió abrir una empresa de mensajería en bicicleta bajo el nombre de Cometa, ecomensajería. Una propuesta ecológica y eficiente que descubrió en Berlín hace diez años y que ahora se ha convertido en su día a día.

Mellado realiza envíos urgentes por tres euros y medio en menos de dos horas, encargos que cuestan un euro más "si se necesitan en menos de media hora". Hasta la fecha lo han contratado protésticos dentales, tiendas de informática, academias y particulares que le piden llevar de un lado a otro de la ciudad documentos, materiales o incluso teléfonos: "El otro día tuve que ir a un hospital a por un móvil para entregarlo en otro punto a una señora", indica Mellado.

Por el momento realiza una media de 15 repartos diarios aunque confía en que pronto hará muchos más pues: "Casi todos los negocios necesitan realizar envíos diarios en Granada capital y son susceptibles de convertirse en clientes".

Asimismo, y para los que detestan hacer trámites burocráticos o no pueden hacerlos por alguna razón, Mellado también ofrece su servicios para entregar documentos en "la Seguridad Social, en Hacienda o en Emasagra".

Según relata, esta empresa tuvo una "acogida un poco rara" en un primer momento, porque la gente se sorprendía e, incluso, le llegaron a decir que no era verdad que hiciese los repartos en bicicleta. Sin embargo, Mellado no sólo afirma que circula en este medio de transporte sino que además realiza un recuento semanal de los kilómetros recorridos (que superan los 250) y de la cantidad de dióxido de carbono que ahorra a la atmósfera "unos 38 kilogramos".

Lo que quizás lleva peor son los días de lluvia, aunque "normalmente va "con chubasquero y las zapatillas cubiertas". "Aunque tengo que estar muy pendiente del asfalto porque está resbaladizo", confiesa. Próximamente, Mellado, que se muestra optimista con el desarrollo de este negocio tiene previsto adquirir una bicicleta que permite cargar objetos en la parte delantera. Mientras tanto, realiza sus trayectos en una bicicleta convencional con una mochila impermeable para que no se estropeen los objetos.

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