Los vecinos de San Miguel Alto están "hartos" de los botellones que se suceden en esta zona durante los fines de semana. El lugar exacto de estas reuniones es el Mirador de la Lola, un lugar en medio de la naturaleza con vistas a la Alhambra.

"El mirador de la Lola se ha convertido en un basurero debido a los continuos botellones que se realizan durante los fines de semana. Es un problema que se viene repitiendo desde hace dos años y que no va a más gracias a la limpieza que hacen vecinos y senderistas", aseguran unos vecinos de la zona. 

"Es un enclave turísticos que viene en numerosas guías y esta es la imagen que da nuestra ciudad al turista, absoluto abandono. A escasos 100 metros más arriba, se repite otro lugar de botellón, junto a lo poco que queda sin incendiar de San Miguel, poniendo así en riesgo de incendio lo poco que queda de pinar, las viviendas y vidas de los vecinos que viven y trabajan en este entorno", continúan explicando a este periódico. 

"Estos botellones, además, provocan ruido, inseguridad, molestias y vandalismo en la zona. La solución pasa por más presencia policial disuasoria durante los fines de semana", piden y sentencian estos vecinos.