El Milenio de Granada ya tiene su vino

Los términos 'milenio' y 'enología', por sí solos, dicen muy poco. El primer vocablo materializa la sucesión de acontecimientos que transcurren entre dos puntos cualquiera de la historia separados por un lapso cronológico de mil años. El segundo, es la forma en la que la sociedad ha terminado designando a aquellos que deleitan su paladar, y su olfato, con el vino. A priori no tienen nada en común. Sin embargo, la capacidad para relacionar conceptos inconexos es propiedad intrínseca del ser humano. Las bodegas Pago de Almaraes -radicadas en Benalúa de Guadix- lo han hecho. De esa forma, el Milenio del Reino de Granada ya tiene su etiqueta: 'Mil años un Reino'.

"Fue hace unos años, cuando ya se empezaba a hablar del Milenio de Granada, cuando se nos ocurrió la idea de que podíamos sacar un vino que conmemorara este importante hito", comenta Javier Rodríguez, copropietario y vicepresidente de la bodega. En Pago de Almaraes no se lo pensaron dos veces y, al poco tiempo, el proyecto vio la luz. "Patentamos en Motril el nombre del Milenio, pero en esta ocasión referido al vino", matiza.

La cosecha elaborada este año por la bodega benaluense es la primera que conmemora la efeméride. Bajo la etiqueta 'Mil años un Reino' se pueden disfrutar dos vinos: un tempranillo rosado, de unos once grados, y un blanco 100% moscatel. Aunque en algunos círculos vinícolas se ha instalado la idea de que el primero es una suerte de lambrusco a la granadina, lo cierto es que no es así. No en vano, Rodríguez explica que "los lambruscos son vinos baratos, lo que no quiere decir que los nuestros sean caros. Me refiero a la vocación. Nuestra marca nace con una mentalidad de excelencia y pretende competir con los mejores rosados españoles y, si puede ser, cruzar la frontera y batirse en plazas de más nombre como Burdeos".

No sería la primera vez que sucediese. Mencal, la bandera de la bodega en cuanto a vinos blancos se refiere, ya ha sido varios veces reconocido con la medalla de oro en el prestigioso Concurso Internacional de Burdeos. Y es que Mencal no sólo es un caldo de excelente reputación en Granada. Fuera de la provincia, y fuera de España, su sabor deja absortos a propios y extraños. En 2012 participó en el Ultimate Wine Challenge de Nueva York, donde consiguió obtener una puntuación de 90 sobre 100.

Con la nueva etiqueta, Pago de Almaraes consolida su apuesta por la calidad y la búsqueda de la proyección vinícola de Granada. "En Pago de Almaraes hemos conseguido llevarnos al mundo del vino el nombre de Granada", confiesa Rodríguez con orgullo. 'Mil años un Reino' cierra la oferta de una empresa que echó a andar el 14 de abril de 2004. Oferta completada también con el ya mencionado Mencal, y con Ribera del Fardes, Memento y Almaraes; el primer caldo que comercializó la bodega granadina desde que se fundara.

Una de las principales característica de 'Mil años un Reino' es su componente histórico. Basado en el legado musulmán iniciado hacia el año 1013 con la dinastía zirí, este vino recoge, en la contraetiqueta, poemas de diferentes autores andalusíes como Ibn-al Jatib. Versos que, además de reforzar el marcado carácter cultural de la bodega, ponen en alza la importancia que el territorio que ocupa la provincia ha tenido a lo largo de los tiempos.

'Mil años un Reino' se suma a la lista de vinos de una provincia con cada vez más tradición y cultura enológica. Y es que son múltiples las empresas de barricas que a lo largo y ancho del territorio granadino ponen el nombre de la ciudad y de la provincia en los mapas de todo el mundo. Cada una tiene sus particularidades, pero todas comparten una pasión, el vino, y un punto de partida: las comarcas regadas con la magia de la Alhambra y de Sierra Nevada.