Una concejal convertida en diseñadora

Moda

María Francés triunfa con sus dos primeros desfiles benéficos que preparó para Cruz Roja

Una concejal convertida en diseñadora
Una concejal convertida en diseñadora
Belén Rico

20 de enero 2019 - 03:00

Para la mayoría de los lectores el nombre de María Francés estará ligado a la política y al PP, sin embargo, para los más fashion victim, ya es una marca de moda. La concejal popular del Ayuntamiento de Granada todavía se acerca al diseño de forma más o menos oficiosa porque la dedicación exclusiva a su cargo así se lo exige. Sin embargo, el éxito de los dos últimos desfiles que ha ofrecido en Granada le ha abierto las puertas del elitista sector y ya protagonizado hasta sus propios editoriales en revistas como La guía de moda de Granada.

Su perfil de Twitter es ya una auténtica declaración de intenciones de por donde van a ir los tiros porque se define como “politóloga, concejal y diseñadora”. Un orden que charlando con la concejal se manifiesta como un auténtico resumen cronológico.

Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Granada y empezó a militar en el PP desde muy joven, pero la inclinación por el mundo de la moda le viene de familia.

“Yo lo he tenido siempre en casa porque mi madre cosía y siempre le he ayudado: me recuerdo hilvanando cosas para ella desde pequeña”, comenta la edil. “Mis primeros recuerdos con la costura se remontan a la casa de mis abuelos. En el campo, en la buhardilla, encontré una fanega llena de botones y aquello me fascinó. Para mí era como un tesoro: comencé a limpiarlos y a jugar con ellos. Y todavía están por ahí”.

Y esa fanega estaba allí porque ellos ya estaban vinculados al negocio. “Mi abuelo empezó vendiendo paños. Y mi padre, que seguía la tradición, también vendía en los mercados de toda España”. Francés recuerda que el negocio de la venta ambulante era muy común en Beneyres de Mariola, Alicante, su pueblo.“Había mucha tradición de venta de toallas y paños. Mi abuelo empezó por eso y luego pasó a vender ropa”.

Con esas mimbres, ella pronto se convirtió en la edil del Ayuntamiento de Granada que más invertía en gafas de colores y en bailarinas, que combinaba con cada outfit.

“Bueno, porque para el calzado dependo mucho de mi número de pie”, justifica entre risas sobre su afición a estos zapatos. “Siempre he ido diferente pero cómoda. Para mi la moda es mi forma de vida. Es un arte, no una frivolidad. Aunque, cuando estás en política es complicado, no puedes ser tu misma en muchas facetas”, agrega con la naturalidad que la caracteriza.

Aunque sus muchos seguidores en redes sociales observarán que, desde que pasó a la oposición, ha pegado un giró más radical sus estilismos: en sus retratos en el espejo del portal o el ascensor ahora priman las zapatillas de deporte y las grandes bufandas de colores. “Yo me he liberado un poco y además la moda cada vez está más democratizada”.

Para compartir sus fotos más personales, con su esposo, de viaje en Miami o con sus propios diseños, la edil cuenta con un perfil en Instagram con el nombre de Marieta Pum. “Es como me llamaba mi padre”, aclara sobre su perfil de instagramer.

Pero el impulso definitivo a su faceta de creadora en el sector se debe a dos cursos que realizó en Estación Diseño: uno de Diseño de moda (2016-2017) y otro de Diseño de colecciones (2017-2018). “Ya había participado en algún taller de costura y la primera colección la hice como un trabajo de clase, con sólo dos diseños. Luego me enteré que había un desfile de Cruz Roja y la amplié primero a seis y finalmente a ocho”, dice sobre su exitosos debú.

A partir de ahí todo fue muy rápido. “Para el siguiente desfile de Cruz Roja confeccionó 20 modelos. Y ya había creado mi marca con mi nombre y la había presentado”, detalla.

Pero, dado el éxito, la gran pregunta, ¿se quiere dedicar profesionalmente a la moda? “Estoy en stand-by. No puedo compatibilizarlo con mi dedicación exclusiva, así que tengo que esperar a que termine la legislatura. Es verdad que las colecciones han gustado mucho pero tengo mi compromiso con el Partido Popular y el Ayuntamiento, y no lo voy a dejar”.

Pero deja la puerta abierta. “La moda hasta la fecha ha sido más bien una válvula de escape pero no se sabe”. “A Marta, de Fegradi, le hice un vestido para una presentación. También a Mariola de Burgos. Por supuesto todo donado”, comenta sobre como va matando el gusanillo.

Y para los que aún no la conozcan en su faceta de creadora, su inspiración son los 80 y una de sus musas, Nancy Reagan. “Yo creo me fijo en esa década porque nací justo en 1980 y he tenido una gran influencia de la música de los 80. Mis hermanos eran del 72 y 73. Todos los grupos de los 80 los escuchaba en casa y conocí a través de ellas formaciones que a mis amigas del colegio todavía no les sonaban como Mecano, Loquillo, Sopa de Cabra, Europe... Toda esa parte del Pop Rock de los 80, con los cardados y las hombreras que se veían en las galas de la tele, la tengo metida en la retina”, resume sobre su universo estético.

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