"Moderada satisfacción" en IU por conservar los dos eurodiputados

Celebra su consolidación como la tercera fuerza política

R. E.

08 de junio 2009 - 01:00

Izquierda Unida expresó ayer su "moderada satisfacción" por los resultados obtenidos en los comicios europeos, en los que consiguió mantener sus dos parlamentarios y consolidarse como tercera fuerza política a pesar de haber bajado ligeramente su porcentaje de voto, al tiempo que instó al PSOE y al PP a que piensen por qué la mitad de España no ha acudido a votar.

El cabeza de lista de IU a las elecciones europeas, Willy Meyer, y el coordinador general, Cayo Lara, comparecieron ante sus simpatizantes arropados por los miembros de la dirección para valorar los resultados en los comicios, en los que IU logró un 3,75% de los votos, frente al 4,15% que obtuvo en 2004.

Willy Meyer destacó no obstante el empeño de IU en centrar la campaña en proponer salidas a la crisis, y garantizó que desde la Eurocámara seguirá trabajando con este mismo propósito, y para ayudar a parar a la derecha, "que parece que avanza" en la UE.

Cayo Lara, por su parte, pidió al PSOE y al PP que reflexionen sobre por qué "media España no vota" y, asumiendo la "cuota de responsabilidad" de IU en la abstención, atribuyó el grueso de la culpa a los dos partidos mayoritarios por una campaña "turbia" en la que más que salidas a la crisis se han preocupado de lanzarse acusaciones mutuas.

Tanto el cabeza de lista de la coalición de izquierdas como el propio Lara esperaron desde pasadas las siete de la tarde "tranquilos, sin nervios", el desarrollo de la jornada y los resultados de los comicios junto a otros miembros de la dirección en la sede de la formación de izquierdas en la capital. Lara llegó a la sede nacional de la calle Olimpo, después de que por la mañana acudiera a votar en su localidad natal, Argamasilla de Alba (Ciudad Real). Pocos minutos después de la llegada de Lara, llegaba a la sede de IU Meyer, procedente, en su caso, de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde depositó su voto.

Tranquilidad y pocos nervios es lo que dejaron ver a su llegada ambos candidatos.

Izquierda Unida concurría a estas elecciones con el objetivo de mantener en la Eurocámara los dos diputados que ha tenido durante estos cinco años (el propio Meyer y Raül Romeva, de ICV), aunque algunos sondeos preelectorales le auguraban tan sólo un escaño. Finalmente logró dos y cumplió con el objetivo.

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