Montefrío busca al multimillonario

De la noche a la mañana, Montefrío fue ayer invadido por banqueros, televisiones y fotógrafos. Entre los vecinos se miraban con intriga unos a otros, todos con la gran pregunta en mente: ¿Quién? Alguien del pueblo tiene guardado, seguro que a buen recaudo, el boleto que ha ganado el premio más grande que se ha dado en España en toda la historia de la lotería: 76 millones de euros.

El afortunado, sea quien sea, no suelta prenda, como era de esperar, y el pueblo estaba ayer completamente revolucionado: "¿Pero eso cuánto es?", "A mí no me ha tocado, ¿eh?", "¿Tú sabes quién ha sido?", "A mí que me registren. Yo estoy lo mismo que ayer", "Yo lo primero me quitaba de trabajar", "Están todos los directores de los bancos en la plaza", "Espero que sea alguien a quien le haga falta"...Como si a alguien pudiera hacerle falta semejante cantidad de dinero.

"Es la una de la tarde y aún no he hecho ni las camas, porque es que el teléfono no para". La que hablaba era María Rubio. Entre dimes y diretes se corrió la voz de que su hijo era el premiado -al parecer por una broma del hermano-, y como un rumor tan jugoso corre como la pólvora, entre amigos, conocidos y desconocidos hicieron arder los teléfonos de esta mujer y de sus cuatro hijos. "Mi hija, que trabaja en Correos y está repartiendo, me ha dicho que es que no la dejan ni andar por la calle. Al que trabaja en la residencia han ido allí a buscarle las televisiones y todo..."

María, con paciencia y resignación, iba desmintiendo el rumor. "El pequeño, Javi, recuerdo que el jueves estaba tirado en el sillón y me dijo que iba a echar a la lotería y lo le dije que al 'Euromillón' no echara, que nunca toca, que a mí no me ha tocado nunca ni el reintegro. Lo compró de todos modos, pero me ha llamado y me ha dicho que sólo tiene dos aciertos". La gente seguía con la mosca detrás de la oreja. "Cuando el río suena, agua lleva", comentaban algunos, pero María aseguraba que ojalá fuera cierto y que si fueran ellos, lo contarían. "Una cosa así no se puede ocultar. Con que cambiáramos de coche, ya se sabría", argumentaba.

Y no le faltaba razón. Puede que no hoy ni mañana, pero tarde o temprano saldrá a la luz quién tachó con su propia mano la milagrosa combinación: 2, 6, 9, 19 y 45, y las dos estrellas, el 7 y el 8. David Romero Cano, que ayer no daba a basto, lo tenía muy claro: "El que desaparezca, ése es". A él, de alguna forma, le ha tocado su parte: es el dueño de la administración de lotería donde se selló el boleto. El local estaba ayer abarrotado entre curiosos que trataban de enterarse de quién podía ser el agraciado y gente que se apresuraba a comprar lotería. Ahora muchos confían más que nunca en que la suerte no tiene olvidado a Montefrío.

El vendedor lo que no podía era resolver la incógnita: "Puede haber sido cualquiera. Hay peñas, gente mayor, amas de casa, gente joven... Incluso puede estar ahora mismo cogiendo aceitunas y no saberlo. Esta semana lo compró muchísima gente porque había mucho bote", explica. Y todo ese bote del sorteo de Euromillones cayó en el único acertante de primera categoría del que nadie encuentra ni rastro.

"No me puedo imaginar ni cómo puede estar. Estamos haciendo cálculos y son unos trece mil millones de pesetas", calculaba la alcaldesa, Remedios Gámez, que se mostraba eufórica. "La gente hasta que no toca en un sitio no se imagina cómo es. Yo veía a la gente en la tele otras veces y me preguntaba por qué estaban tan contentos si a ellos no les había tocado, pero así es. Aquí está toda la gente muy contenta, es algo muy grande para Montefrío. Muchos se han venido incluso de la aceituna para vivir el momento". En plena época de recogida, un sábado por la mañana, en este pueblo de apenas 7.000 habitantes, jamás se había visto tanta gente en las calles, explica la alcaldesa. Y como todos tienen esperanzas de que salpique un poco al resto, añadía: "Esperamos que invierta algo en el pueblo. La verdad es que nos habría gustado que estuviera más repartido, pero... el juego es así".