"No rotundo a la externalización de los Comedores Universitarios". El candidato a rector de la Universidad de Granada Indalecio Sánchez Montesinos se propone revertir la tendencia iniciada en los últimos años dentro de esta institución para ir dejando en manos externas (privadas) diferentes servicios de la UGR.

Las duras críticas recibidas en los últimos años por el actual rector, Francisco González Lodeiro, de parte de algunos sectores que se oponen a la privatización de servicios se han acentuado en los últimos meses ante la posibilidad de que la Universidad opte por la externalización del servicio de Comedores Universitarios en las nuevas instalaciones que se han habilitado en el Parque Tecnológico de la Salud. La Gerencia está estudiando la opción de sacar a concurso este servicio en el que se convertiría en el principal comedor de la UGR.

Pero el candidato a rector dejó ayer claro que su posición al respecto es favorable a una gestión directa por parte de la Universidad. Pero es más, preguntado por esta cuestión en la presentación de su candidatura a la prensa, Sánchez Montesinos propuso no seguir avanzando en esa privatización de servicios e, incluso, "reinternalizar aquellos que se han ido externalizando".

Como ejemplos de esta idea de reasumir la gestión puso el Centro de Enseñanzas Virtuales o el servicio de Informática de la UGR. A su juicio son "elementos fundamentales para el progreso de la Universidad" y afectan al proyecto esencial para toda la institución.

Sería importante contar con la gestión directa de estos servicios "para tener una administración electrónica integral" o la virtualización de enseñanzas", en opinión del candidato.

Sánchez-Montesinos mantuvo ayer sus críticas a la actual "maquinaria de poder" que a su juicio está instalada desde hace muchos años en la Universidad y a la que responsabiliza de la "burocracia" y la excesiva "centralización" que padece la UGR.

Respecto del traslado de la Facultad de Medicina, de la que es decano, Sánchez-Montesinos, dijo que "no podemos inmiscuirnos en el proyecto rectoral" y se mostró favorable al cambio, aunque fue ambiguo en cuanto a los tiempos, pues lo condicionó a la completa reestructuración prevista del sistema hospitalario.