Neuron entra en concurso de acreedores al no poder refinanciar la compañía

Hablar de Neuron Bio en el sector biotecnológico era hablar de una compañía innovadora, ejemplo de crecimiento en el Parque Tecnológico de la Salud y de desarrollo empresarial desde su nacimiento como spin off. Pero la empresa no atraviesa su mejor momento. La situación económica ha obligado a entrar en concurso de acreedores a Neuron y a su filial Neol, que ya llevaba desde abril con problemas de subsistencia, sin poder pagar a los trabajadores y con los laboratorios y proyectos parados.

Según informó el lunes la compañía al Mercado Alternativo Bursátil (MAB), en el Consejo de Administración de Neuron Bio S.A. celebrado el lunes se acordó por "unanimidad" presentar el concurso de acreedores. Una decisión que, según la nota, llega "tras las negociaciones tenidas con acreedores y posibles inversores y a la vista de que no ha sido posible aún llegar a un acuerdo para refinanciar la compañía". Con todo, indican en la demanda que "se está preparando una propuesta anticipada de convenio con un grado de avance significativo y en la mejor defensa de los intereses de las partes implicadas", detalla la nota remitida al MAB como hecho relevante según la Ley del Mercado de Valores y firmada por Fernando Valdivieso, presidente del Consejo de Administración de Neuron Bio.

Esta situación afecta también a su filial, Neol Biosolutions, que remitió el mismo comunicado al MAB. Ya los trabajadores habían advertido este verano de la situación al asegurar que la actividad estaba parada, que la empresa no tenía futuro y por lo tanto pedían su despido.

Tras conocerse la demanda de concurso de acreedores se suspendió ayer de inmediato la contratación de las acciones de Neuron Bio y de Neol en el Mercado Alternativo Bursátil.

En mayo el Consejo de Administración de la compañía ya informó que había acordado "iniciar negociaciones para alcanzar un acuerdo de refinanciación presentando ante el Juzgado correspondiente la comunicación del artículo 5 bis de la Ley Concursal 22/2003". En ese momento explicó que "en el marco de las negociaciones con los acreedores" que se venían manteniendo, el Consejo había acordado "aceptar las condiciones negociadas con la Empresa Nacional de Innovación, SME, S.A.-ENISA". En ese momento la deuda con ENISA ascendía a un principal de 395.666,67 euros, "habiéndose fijado un nuevo calendario de pago que traslada el pago del 97,5% de la deuda al ejercicio 2018". Con ese acuerdo y otros la sociedad había reestructurado a largo plazo el 53,95% del pasivo corriente que presentaba el balance de la compañía a 31 de diciembre de 2016. Además, continuaba las negociaciones "con el resto de acreedores" con el fin de reestructurar la totalidad de la deuda y las conversaciones con potenciales inversores con el fin de potenciar las actividades más rentables de la compañía.

Un mes antes anunció que el Consejo ha acordado "aceptar las condiciones negociadas con Repsol Energy Ventures, S.A. en virtud de lo cual dicha compañía acepta aplazar el pago de la deuda que actualmente Neuron Bio, S.A. tiene con ella (4.500.000 euros) en un plazo máximo de 10 años contados desde la formalización del aplazamiento, con tres años de carencia desde dicha fecha (sin pagos de principal, ni de intereses)".

Además, se aceptó también la propuesta de Grupo San Jose sobre la hipoteca existente sobre su nuevo edificio, con un préstamo de 1,2 millones de euros.